La Ciudad de México enfrenta un desafío ambiental crucial mientras la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) confirma la persistencia de la Fase 1 de Contingencia Ambiental atmosférica por ozono. La situación, marcada por una alta cantidad de contaminantes en el ambiente, ha llevado a la implementación de medidas restrictivas en la circulación vehicular.
La combinación de condiciones atmosféricas desfavorables, incluyendo un sistema de alta presión en la troposfera y escaso contenido de humedad en la masa de aire, crea un entorno propicio para la formación significativa de ozono. Estas condiciones, junto con el viento débil del suroeste, contribuyen al estancamiento de los contaminantes y elevan los niveles de ozono en la atmósfera.
La concentración máxima de ozono registrada en la estación de monitoreo de Atizapán de Zaragoza alcanzó los 163 ppb, lo que desencadenó la activación de medidas para restringir la circulación vehicular. Bajo estas restricciones, los vehículos con holograma 2 y aquellos con holograma 1 cuyo último dígito sea 1, 2, 3, 5, 7 y 9 deben abstenerse de circular. Además, se mantienen exentos vehículos eléctricos, híbridos y aquellos con holograma «00» o «0» vigente, entre otros casos específicos.
Es importante destacar que estas medidas buscan proteger la salud pública y mejorar la calidad del aire en la ciudad. Sin embargo, también se subraya la necesidad de que la ciudadanía tome precauciones adicionales, como reducir el uso de vehículos particulares y utilizar medios de transporte más sostenibles.
En un esfuerzo conjunto, las autoridades y la población trabajan para enfrentar este desafío ambiental y proteger el bienestar de todos los habitantes de la Ciudad de México. La conciencia y la colaboración de la comunidad son fundamentales en la búsqueda de soluciones duraderas para mejorar la calidad del aire y garantizar un entorno más saludable para las generaciones futuras.