La Organización Meteorológica Mundial confirmó que 2015, 2016 y 2017 fueron los años más calurosos desde que comenzaron los registros en 1880.
El análisis de la institución muestra que la temperatura media en la superficie del planeta el año pasado fue 1,1 grados centígrados superior a la del periodo 1880-1900, considerado «preindustrial». El año 2016 mantiene el título de más cálido, con 1,2 grados por encima de esa referencia preindustrial.
“La tendencia a largo plazo de la temperatura es mucho más importante que la clasificación de los años individuales. Y esa tendencia es ascendente”, ha subrayado en un comunicado el finlandés Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial.
“17 de los 18 años más cálidos han sido registrados durante este siglo, y el grado de calentamiento en los últimos tres años ha sido excepcional. El calentamiento del Ártico ha sido especialmente pronunciado y esto tendrá repercusiones profundas y duraderas en el nivel del mar y en los patrones climáticos en otras partes del mundo”, ha alertado Taalas.
“Las temperaturas solo cuentan una pequeña parte de la historia. El calentamiento en 2017 estuvo acompañado por un tiempo extremo en muchos países del mundo. Estados Unidos ha vivido su año más costoso en términos meteorológicos y de desastres climáticos, mientras que otros países han visto su desarrollo ralentizado o revertido por ciclones tropicales, inundaciones y sequías”, destaca Taalas.
«Los resultados globales enlazan con lo que estamos observando en España. Aquí, 2017 ha sido el año más cálido desde que comenzó la serie en 1965», explica Rubén del Campo, de la Agencia Estatal de Meteorología. La temperatura media mundial en 2017 fue 0,46 grados superior al promedio del periodo 1981-2010. En España, ese aumento se ha «disparado» hasta 1,1 grados, según advierte Del Campo.
El análisis de la Organización Meteorológica Mundial combina los datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, del Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales de la NASA, del Centro Hadley de la Oficina Meteorológica de Reino Unido, del Servicio Meteorológico de Japón y del programa Copernicus del Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo.
Con información de El País