A continuación, un breve recuento de los últimos estudios científicos sobre el nuevo coronavirus y los esfuerzos para hallar tratamientos y vacunas para el COVID-19, la enfermedad causada por el virus.
El nuevo coronavirus se adapta a diferente poblaciones
Un análisis genético de muestras de más de 7.500 personas infectadas con el COVID-19 sugiere que el nuevo coronavirus se está adaptando a sus anfitriones humanos a medida que se propaga rápidamente por el mundo, reportaron el martes investigadores en la revista médica Infection, Genetics and Evolution.
Los científicos hallaron casi 200 mutaciones genéticas recurrentes del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que muestran cómo podría estar evolucionando según se propaga.
«Todos los virus mutan de forma natural», dijo a Reuters Francois Balloux, del University College London, que colideró el estudio. «Las mutaciones no son malas en sí mismas y no hay nada que sugiera que el SARS-CoV-2 está mutando de manera más rápida o lenta de lo esperado. Hasta el momento no podemos decir si el SARS-CoV-2 se está haciendo más o menos letal y contagioso».
Vacuna experimental protege a macacos de infección por SARS-CoV-2
Una vacuna experimental para el nuevo coronavirus introdujo de forma segura anticuerpos en macacos que bloquearon varias cepas diferentes del SARS-CoV-2, reportaron investigadores chinos el miércoles en la revista Science. Los científicos dicen que las pruebas en humanos de su candidato a vacuna, «PiCoVacc», comenzarán probablemente más adelante en el año.
Investigadores enumeran formas de aliviar estrés a sanitarios en primera línea
Hay muchos métodos bien documentados que podrían usar los hospitales para ayudar a aliviar el estrés emocional que sufre el personal sanitario en primera línea, según investigadores que revisaron decenas de estudios sobre profesionales de la salud que trabajaron durante brotes emergentes de virus.
De forma más amplia, afirman que las intervenciones entran en las categorías de comunicación clara, acceso a una protección personal adecuada, un descanso adecuado y apoyo práctico y psicológico.
Entre sus recomendaciones específicas hay cambios a las prácticas, como las estaciones de monitoreo para dirigir a los pacientes infectados a áreas específicas, el rediseño de los procedimientos que suponen un alto riesgo para la propagación de la infección, así como una reducción de la densidad de pacientes en los pabellones.
El martes escribieron en The BMJ que las intervenciones que mostraron ser una ayuda en estudios anteriores «fueron similares pese al amplio rango de escenarios y tipos de brote (…), por lo que podrían ser aplicables al brote actual del COVID-19».
Información de Reuters