De los finos paladares consentidos por la Jersey en el mercado de San Juan planteamos esta lista de recomendaciones solo apta para sibaritas que gustan del sabor y el olor a queso. La primera regla es clara: si no te gusta, no te lo comas… nada de andar quedando bien. Pero si te gustan los sabores fuertes aquí hay unos que pueden ser de tu agrado.
Gouda (Holanda): Es un queso de alta comercialización y se requiere acudir con un especialista para conseguir la versión original del manjar. Se clasifica por período de curación: jong (1 mes), belegen (4 meses), oud (10 meses), y overjarig (1 año o más). Nuestros sibaritas lo prefieren overjarig pues va desarrollando una textura más compleja a la par que intensifica su sabor con el paso del tiempo.
Maasdam (Holanda): Este queso inventado en 1990 como alternativa al más oneroso Emmental, logra recoger su profundo sabor a frutos secos. Es un queso con 45% de contenido grasoso que se prepara en un periodo de 4 a 12 semanas. Cremoso, dulce, crujiente con sabores a nueces y frutas, es una gran opción para comenzar la velada.
Camembert (Francia): Marie Harel inventó un queso fresco y suave. Cuando es joven mantiene un sabor dulce y conforme madura suave y una corteza enmohecida de color blanco hongo del mismo color. Tienes que tener cuidado, si tu camembert sabe a amoniaco está pasado y no debes consumirlo a menos que te dispongas a pasar un muy mal rato.
Roquefort (Francia): Tan fuerte como popular, es un queso húmedo que se desgrana fácilmente, de sabor fuerte y salado. Se madura alrededor de cinco meses y se utiliza sobre todo en ensaladas y aderezos para contrastar su peso culinario.
Gruyère (Suiza): De corteza marrón, dura y seca, es un queso amarillo más oscuro que el Emmental, pero de textura más densa y compacta. Su sabor es complejo, en un primer momento sabe a fruta, más tarde a nuez.
Emmental (Suiza): Es un queso de aroma dulce con tonos de heno, de sabor afrutado, con una nota de acidez. Es el típico queso que tiene agujeros de entre uno y tres centímetros de diámetro.
Stilton (Inglaterra): Considerado el mejor queso británico, es el único que cuenta con una marca comercial de certificación y un nombre protegido por la UE y sólo puede producirse en los condados de Derbyshire, Nottinghamshire y Leicestershire.
Parmigiano Reggiano o Parmesano (Italia): Entre los sabios del queso, se considera de los mejores. Tradicionalmente se prepara con leche de vacas que pastan en hierba fresca y heno. Su nombre proviene de su origen, pues se produce en las provincias de Parma, Reggio Emilia, Módena, Bolonia y Mantua.
El aroma del Parmesano es inconfundible y posee una multitud de tonos y notas a nuez, pasas, fruta seca y vino. Su textura es dura y arenosa. Insustituible en pastas, sopas y risottos, también te recomendamos comerlo solo como aperitivo.
Gorgonzola (Italia): Tiene una textura suave y quebradiza con algunas notas de nueces; puede ser Piccante o Dolce dependiendo de su edad. Es particularmente virtuoso con vinos de la región de Burdeos.
Cabrales (España): No confundir con el común queso azúl de fábrica, Cabrales es un queso azul graso, elaborado de manera artesanal dentro de la región administrativa del Concejo de Cabrales y algunas localidades de la región de Peñamerella Alta. A diferencia de otros quesos azules inyectados con penicillium, el queso Cabrales cura desde el exterior al interior en cuevas que favorecen el crecimiento del hongo.
Es de sabor fuerte, ácido y penetrante aroma, combina bien con lo dulce y con lo seco: vino tinto, higos frescos, jamón, jerez dulce y embutidos. Siempre viene en un papel de aluminio de color verde oscuro, con el sello de la DOP Queso de Cabrales.
Manchego (España): Es el queso que todos conocen, pero hay que darse el placer de reconocer que hay de manchegos a manchegos: Semi Curado, 3 meses, sabor a frutas, hierba, heno y con una nota picante; Curado, 6 meses, sabor a caramelo y nuez; y Viejo, un año de curación le da una textura quebradiza y un interior caramelo, dulce e insistente.
Disfrute.