El Senado mexicano discutirá en los próximos días una ley para regular el uso de la marihuana en el país que contempla que campesinos pobres puedan cultivar, transformar, comercializar, importar y exportar la planta o sus derivados, como parte de una estrategia gubernamental para combatir el crimen organizado.
La iniciativa, incluida en un borrador que aún podría ser modificado en discusiones en el Congreso, busca resarcir los daños causados por la prohibición vigente, un hito en un país asolado por la violencia ligada a los cárteles de la droga.
«Queremos que los beneficios de la siembra también se queden en el campo, en la gente del medio rural», dijo el senador José Narro, presidente de la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural.
En México, es común que el crimen organizado secuestre a campesinos pobres para obligarlos a cultivar marihuana o amapola -base para la elaboración de heroína-, principalmente entre abril y noviembre debido a la escasez de mano de obra.
Unas 300,000 personas se dedican a cultivos ilícitos cada año. Muchas de ellas provienen de comunidades indígenas en estados del sureste del país como Oaxaca y Guerrero. A pesar de trabajar contra su voluntad, reciben sueldos hasta nueve veces más altos que en los cultivos lícitos, según estudios privados.
La norma que se está discutiendo en las comisiones del Senado y que sería debatida en el pleno la próxima semana, incluye también la creación del Instituto Mexicano de Cannabis, mediante el cual el Estado regulará y controlará el uso de la planta, hacia enero de 2021.
El ente emitirá cuatro tipos de licencias para controlar algunos de los actos relacionados con el cultivo, transformación, venta y exportación o importación de la marihuana y sus derivados.
La ley estipula que sólo las personas mayores de 18 años podrán cultivar, portar y consumir marihuana y sus derivados, pero con un permiso del Instituto. Además, se permitirán 28 gramos -como en California- de gramaje de consumo personal.
Las empresas que busquen hacer uso científico y de investigación de la planta deberán tener, como máximo, un 20% de capital extranjero, estipula el borrador de la norma.
En 2018, Canadá se convirtió en el primer país industrializado en legalizar la marihuana de uso recreativo. Varios estados de Estados Unidos fronterizos con México permiten el consumo de cannabis y sus derivados.
Con información de Reuters