El Senado de México inició el jueves la discusión de una polémica norma que legalizará la marihuana para usos recreativo, científico, médico e industrial, una propuesta que podría crear el mercado de cannabis más grande del mundo en un país azotado por la violencia ligada a los cárteles de la droga.
Se espera que en las próximas horas la norma sea aprobada en el Senado. Pero antes de entrar en vigencia, la «Ley general para la regulación del cannabis» deberá pasar a la Cámara Baja para su revisión antes de que finalice la actual legislatura el 15 de diciembre.
La iniciativa, propuesta por el oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), incluye la creación del Instituto Mexicano para la Regulación y Control del Cannabis como un órgano desconcentrado de la Secretaría de Salud. Morena y sus aliados cuentan con mayoría en ambas cámaras.
El nuevo ente emitirá cinco tipos de licencias para controlar algunos de los actos relacionados con el cultivo, transformación, venta, investigación y exportación o importación de marihuana.
En su primer artículo, la propuesta sostiene que la norma busca «mejorar las condiciones de vida» de los mexicanos y «contribuir a la reducción de la incidencia delictiva vinculada con el narcotráfico».
Desde que asumió en diciembre de 2018, el presidente Andrés Manuel López Obrador puso sobre la mesa el tema de la despenalización de la marihuana y otras drogas como parte de su estrategia para combatir al poderoso crimen organizado.
En 2018 Canadá se convirtió en el primer país industrializado en legalizar la marihuana recreativa. Varios estados de Estados Unidos permiten el consumo de cannabis y sus derivados, por lo que su despenalización era una cuestión de tiempo en territorio mexicano.
Algunos actores de la incipiente pero millonaria industria legal de cannabis, como Canopy Growth y The Green Organic Dutchman, de Canadá; y una unidad de la californiana Medical Marijuana, dijeron recientemente a Reuters estar ansiosos por acceder a México.
Antes de llegar a su debate, la norma sufrió varios cambios que dilataron su discusión.
La iniciativa estipula que sólo las personas mayores de 18 años podrán cultivar, portar y consumir marihuana y sus derivados, pero con un permiso del Instituto Mexicano para la Regulación y Control del Cannabis. Además, se permitirán 28 gramos de posesión, pero queda prohibido el consumo de cannabis psicoactivo en áreas de trabajo públicas o privadas.
Los ejidos (terrenos colectivos) y comunidades agrarias «que han sido afectadas por el sistema prohibitivo» podrán ser titulares de más de una licencia para cultivo, transformación, comercialización, exportación o importación.
Información de Reuters