Más de un centenar de universidades y sociedades académicas de Estados Unidos, incluidas instituciones de prestigio como Harvard, Yale y Princeton, han firmado un documento conjunto en el que denuncian públicamente la interferencia política del gobierno de Donald Trump en los asuntos internos de la educación superior.

La declaración fue publicada este martes 22 de abril, apenas días después de que Harvard presentara una demanda contra el gobierno federal por congelar fondos económicos que, según la administración Trump, estaban siendo mal utilizados por la universidad en el marco de supuestas conductas antisemitas.

Las universidades acusan al gobierno de una “extralimitación sin precedentes” y señalan que estas acciones ponen en riesgo los principios fundamentales de la educación superior en Estados Unidos.

Libertad bajo amenaza: el llamado de la academia

“Debemos oponernos a la intromisión indebida del Gobierno en la vida de quienes estudian, viven y trabajan en nuestros campus”, señala el comunicado, respaldado por la Asociación Americana de Colegios y Universidades.

Las instituciones firmantes subrayan que, si bien están abiertas a la supervisión gubernamental legítima, rechazan rotundamente toda forma de censura, represalia o presión ideológica que vulnere los valores de libertad de pensamiento, expresión y diversidad intelectual.

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En el mismo documento, los firmantes advierten que las consecuencias de restringir estos principios “las pagarán los estudiantes y la sociedad”. A través de este pronunciamiento, buscan promover un diálogo con el gobierno federal que proteja y fortalezca el rol de las universidades como espacios de pensamiento crítico, investigación abierta y libre intercambio de ideas.

Harvard vs. Trump: el conflicto legal que encendió la alarma

El detonante de esta declaración fue la reciente demanda interpuesta por Harvard University contra la administración Trump. El conflicto se originó cuando el gobierno decidió congelar los fondos federales destinados a la universidad, tras acusaciones de que se habían tolerado expresiones antisemitas en el campus.

Harvard rechazó de forma categórica esas acusaciones y calificó la medida como “arbitraria y punitiva”. La universidad alegó que el gobierno estaba utilizando criterios ideológicos para castigar el debate abierto, comprometiendo la neutralidad que debe tener la administración pública frente al pensamiento académico.

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El valor de la educación libre y plural

El comunicado cuenta con el respaldo de universidades como Boston University, University of San Diego, Rutgers University, American University, University of Pennsylvania, Bryn Mawr College, Vassar College y Rhodes College, entre muchas otras.

Todas coinciden en su llamado a defender la autonomía académica y a proteger los campus como espacios seguros para el pensamiento diverso, sin temor a deportaciones, sanciones económicas o represalias ideológicas.

“En nombre de nuestros estudiantes actuales y futuros, hacemos un llamado a un compromiso constructivo que sirva al país”, concluye la carta.

Este pronunciamiento colectivo pone sobre la mesa un debate urgente: ¿hasta dónde puede llegar la política en su intento de influir en las aulas? Las universidades, una vez más, piden que el conocimiento no tenga fronteras ni banderas.

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