Israel y Hamás han llegado a un acuerdo preliminar de cese al fuego tras un conflicto de 15 meses que ha dejado miles de muertos y desplazados en la Franja de Gaza. El anuncio, realizado por mediadores internacionales, podría marcar un punto de inflexión en una de las crisis más devastadoras de los últimos años.
Un acuerdo con condiciones
El pacto, negociado en Doha con la mediación de Qatar, Egipto y Estados Unidos, contempla un alto al fuego inicial de seis semanas. Durante este periodo, Hamás liberará a 33 de los cerca de 100 rehenes que mantiene desde octubre de 2023, mientras Israel excarcelará a cientos de prisioneros palestinos. Además, se permitirá el ingreso de ayuda humanitaria y el retorno de desplazados a Gaza, aunque muchas zonas del enclave permanecen en ruinas.
El acuerdo también incluye la retirada gradual de tropas israelíes del centro de Gaza y negociaciones para un cese definitivo del conflicto. Sin embargo, ambas partes aún enfrentan desafíos para garantizar su implementación.
Escenario de incertidumbre
Aunque el pacto ofrece un respiro, quedan dudas sobre su viabilidad. La aprobación final del gabinete israelí, encabezado por Benjamin Netanyahu, es crucial para activar el alto al fuego. Además, Hamás exige garantías adicionales, incluyendo mapas detallados sobre la retirada de tropas israelíes, antes de comprometerse plenamente.
Mientras tanto, la crisis humanitaria en Gaza sigue siendo alarmante. Con más de 46,700 palestinos fallecidos y millones desplazados, la reconstrucción del enclave requerirá años y una inversión multimillonaria.
Impacto regional
Este cese al fuego podría aliviar tensiones en Oriente Medio, donde el conflicto ha avivado enfrentamientos en Cisjordania, Líbano y Siria. Sin embargo, persisten preguntas sobre el futuro político de Gaza. Israel se opone a que Hamas retome el control, pero también desconfía de la Autoridad Palestina como posible gobernante del enclave.
Una tregua frágil
El éxito de este acuerdo dependerá de la voluntad de ambas partes para cumplir sus compromisos. Mientras tanto, millones de palestinos esperan que esta tregua sea el primer paso hacia una paz duradera en una región marcada por décadas de conflicto.