El gobierno mexicano informó que la procesión de unas mil personas -causa de la ira y amenaza de militarización de la frontera sur por parte de Trump- ya comenzó a dispersarse, debido a que se comenzó a entregar visas humanitarias o de tránsito a las personas que conforman la Caravana.
Las caravanas, llamadas “Estaciones de la Cruz”, son eventos simbólicos que se celebran anualmente coincidiendo con la Semana Santa para hacer conciencia sobre la complicada situación que viven los migrantes. La comitiva nunca ha salido del sur de México, aunque algunos participantes continúan hacia el norte por su cuenta.
Las airadas declaraciones del presidente Trump contra la caravana y la supuesta permisividad del gobierno mexicano para permitirle continuar dejaron confundidos a los migrantes, quienes niegan ser una amenaza. Muchos de ellos nunca tuvieron la intención de ir a Estados Unidos una vez terminada la procesión.
“Nosotros no venimos de nuestros países solamente porque queríamos salir… es por la seguridad de nuestros hijos”, declaró uno de los migrantes que es parte de la caravana.
Irineo Mujica, uno de los organizadores, dijo: “Nosotros intentaremos hacer nuestras caravanas de la mejor manera (en años futuros). No anticipábamos, ni queremos una caravana de esta magnitud”.
El gobierno mexicano dijo en un comunicado a última hora del martes que su política migratoria «no está sujeta a presiones», pero recalcó que la caravana «comenzó su dispersión por decisión de sus integrantes».
En un comunicado emitido por las secretarías de Gobernación y de Relaciones Exteriores, el gobierno mexicano agregó que 465 migrantes habían solicitado oficios de salida (visas de tránsito), de los cuales 230 las obtuvieron, y que otros 168 probablemente obtendrían algún tipo de visa para permanecer en México.
Los organizadores de la caravana dijeron que el gobierno mexicano no los había presionado y que continúan con los planes de celebrar un simposio sobre los derechos de los migrantes esta semana y terminar con una visita a la Ciudad de México. La caravana nunca tuvo la intención de llegar a la frontera con Estados Unidos, sin embargo quienes continúen solos temen por su seguridad.
Con información de La Jornada