Después de 500 años y de que millones de personas han estado admirando al David de Miguel Ángel, escultura exhibida en Florencia, Italia, estudiosos se dan cuenta de un detalle que al parecer había sido pasado por alto, se trata de una distensión o hinchazón.
¿Dónde? En el cuello, y es una prominente y marcada vena yugular, detalle que revelaría que revela Miguel Ángel, el escultor de la famosa estatua, conocía, sabía del funcionamiento del sistema circulatorio.
Si bien este tipo de hinchazón de esta vena es específico, podría deberse al padecimiento de enfermedades, como insuficiencia cardíaca y presiones intracardíacas, en el caso de David, un joven atlético y de buen estado físico, se presentaría en medio de un estado de excitación, lo que seguramente ocurrió en el momento de enfrentarse al gigante Goliat.
«Estoy asombrado de su capacidad para reconocer este hallazgo y expresarlo en su obra de arte en un momento en el que había información tan limitada en fisiología cardiovascular», dijo un especialista y conocedor de arte.
Además, otros expertos afirman que esta característica plasmada por Miguel Ángel, es anatómicamente realista y ojo, lo hizo 124 años antes de que la ciencia médica hiciera esa asociación entre la vena y el estado de excitación.
«La prominente vena yugular en el cuello del David de Miguel Ángel revela que el escultor conocía ciertos detalles del sistema circulatorio un siglo antes que los médicos», dice el diario británico.