Luego de dos años de estar usando a diario el cubrebocas, llega el momento de dejar de usarlo, sobre todo en áreas abiertas.
En este marco, surge el síndrome de la cara vacía, también conocido como mask fishing, que puede tener como origen el el miedo a mostrarse a los demás o la fobia a contagiarse
Así, se está registrando un extraño fenómeno en algunas personas, quienes están experimentando síntomas de timidez y ansiedad social, denominado: síndrome de la cara vacía.
«La mascarilla, al cubrir la mitad del rostro, nos oculta ciertas imperfecciones como acné, arrugas, lunares, vello facial, la forma de la dentadura y entre otras circunstancias; si llegaran a eliminar el uso de cubrebocas de forma permanente (…) sin esta herramienta de protección personal puede ser abismal y llamar a los complejos», dijo el psicólogo clínico Daniel Cárdenas García, al Vanguardia.
Al parecer quienes se están viendo más afectados con lo anterior son los adolescentes, quienes al dejar de usar el cubrebocas sienten inseguridad, lo que podría detonar en complejos y hasta problemas para socializar.
De acuerdo con el experto, para poder hacer más llevadero este síndrome no se debe presionar a las personas. «Hay un término que se conoce como el mask fishing, que caracteriza al fenómeno en el que una persona parece ser más atractiva porque lleva una máscara facial y surgió precisamente de redes sociales, al inicio de la pandemia», dijo.