El diputado argentino Emanuel Sierra cruzó pedaleando Reino Unido para reclamar un mayor diálogo entre Argentina y Gran Bretaña sobre la soberanía de las Islas Malvinas.
“Si los ingleses van a Malvinas y realizan prácticas militares, yo simplemente quiero ir con un mensaje más sano a cruzar su país en bicicleta”, declaró.
Sierra ondeó durante el viaje una bandera argentina colgada al cuello con el mensaje “Talk about Malvinas” («hablemos de las Malvinas»). Cuenta que no todos los ingleses lo tomaron bien y que le gritaron “Vuélvete a tu país. ¿Por qué vienes a provocar”, en Liverpool, su punto de partida. Sin embargo, dijo que nunca tuvo miedo y cree que es un buen momento para promover el diálogo.
La Guerra de Malvinas fue hace 35 años pero en Argentina está muy presente, es un tema que enciende pasiones y genera controversias. Tal es así, que el año pasado un ministerio argentino envió tarjetas con el mapa del país sin incluir a las islas y desató la indignación en las redes sociales y medios. Por este hecho, la ministra de Exteriores, Susana Malcorra, tuvo que pedir disculpas públicas.
El diputado argentino, que además es músico, pedaleó 450 kilómetros en 10 días, con paradas en Birgminham, Oxford y Londres. Durmió en hostales y jamás se desplazó sin su bicicleta. Durante su travesía, los jóvenes fueron quienes mejor lo recibieron, aunque muchos no sabían que hubo una guerra.
“Los mayores de 45 años recuerdan bien lo que pasó. Dicen que es imposible olvidarlo, aunque no fue una guerra gigante ni duró mucho tiempo”, dice Emanuel. Cuenta que algunos preferían no hablar y otros decían “es un problema de los Gobiernos”, para justificar la posición británica.
“Me interesaba saber qué pensaban los ingleses. Pude comprobar que hay jóvenes que están a favor del diálogo y no ven con malos ojos que se llegue a un acuerdo, incluso prescindiendo de los derechos de soberanía”, explicó el argentino.
Para Sierra la única solución posible es la plena integración del archipiélago al territorio del país sudamericano y confía en que se logrará, “tal vez no en cinco años, pero sí en veinte”.
Con información de El País