Los fantasmas de una recesión en Estados Unidos vuelven a rondar los mercados financieros. Este lunes, el peso mexicano inició operaciones con una depreciación frente al dólar, cotizando en 20.2379 unidades por billete verde, tras haber alcanzado durante la sesión nocturna niveles de 20.1814 unidades.
El repunte del dólar responde a la búsqueda de refugio de los inversionistas ante los temores de un enfriamiento en la economía estadounidense. Al mismo tiempo, los bonos del Tesoro de EE.UU. muestran signos de recuperación, mientras los rendimientos a 10 años se sitúan en 4.227 por ciento.
Preocupación por las políticas comerciales de Trump
Los mercados reaccionan con inquietud a las recientes declaraciones del presidente Donald Trump, quien no descartó una recesión producto del endurecimiento de su política arancelaria. La incertidumbre en torno a las medidas comerciales, sumada a la persistente inflación, limita el margen de maniobra de la Reserva Federal para ajustar las tasas de interés.
Los futuros del S&P 500 retroceden 1.54 por ciento y el Nasdaq 100 cae 2.21 por ciento, arrastrados por una nueva ola de ventas en el sector tecnológico. La caída se da tras el peor desempeño semanal de los índices en los últimos seis meses.
El impacto global de la incertidumbre económica
La volatilidad también afecta a los mercados europeos y asiáticos, mientras los precios del petróleo se mantienen presionados. El Brent pierde 0.63 por ciento, cotizando en 69.91 dólares por barril, y el West Texas Intermediate (WTI) cae a 66.62 dólares.
En contraste, el oro se beneficia del contexto de incertidumbre. El metal precioso alcanza los 2,910 dólares la onza, acercándose a sus máximos históricos. En el mercado de criptomonedas, el bitcóin registra mínimos de cuatro meses, tras la creación de una reserva estratégica cripto por parte de Estados Unidos.
Perspectivas para México ante un escenario adverso
La volatilidad en los mercados internacionales representa un desafío adicional para la economía mexicana, que ya enfrenta la presión de los aranceles anunciados por la administración estadounidense. Analistas advierten que el fortalecimiento del dólar y la aversión al riesgo podrían generar una mayor depreciación del peso y afectar la inversión extranjera.
En este entorno, la estabilidad macroeconómica y la continuidad de políticas prudentes serán fundamentales para mitigar el impacto de la incertidumbre global.