Paleontólogos de la Universidad de Málaga realizaron un estudio en que se explica la evolución del rostro humano desde los primeros descendientes, los chimpancés hasta ahora.
Después de revisar cientos de cráneos de humanos y primates, los paleontólogos encontraron el factor que hace cada rostro único, entre más grande es el cráneo, más grande la cara en comparación con el neurocráneo que cubre el encéfalo.
Nunca antes se había hecho un estudio como éste, que demuestra que el rostro humano es el más inmaduro, esto es, tiene un periodo de desarrollo durante la niñez y la adolescencia bastante largo, y esa es la razón por la que llegamos a la edad adulta con rasgos juveniles.
Durante la investigación, descubrieron que parte primordial de la evolución fue el hecho de que a partir de que aparecieron los “Homo”, el tamaño de la cara se redujo aunque el cráneo aumentó de tamaño puesto que desarrollaban un cerebro más grande.
Juan Antonio Pérza Claros, líder del experimento, declaró que los cambios fisiológicos por los que los Homo desarrollaron un cerebro más grande, se debieron a que “se estaban adaptando a un entorno y a una situación totalmente nueva”, y añadió que sin estos cambios, no habríamos despegado como especie “tendríamos caras más grandes y probablemente nunca se hubiera desarrollado un cerebro como el nuestro”.
Con información de Sin Embargo