El Zócalo de la Ciudad de México fue escenario de la espiral de libros más grande del mundo construida por la Fundación Voz de Libertad, a través de su programa “Más libros que presos”.
Gracias a las donaciones de la sociedad civil y de editoriales como Porrúa, Larousse y Algarabía, se juntaron 11 mil 330 ejemplares en total, los cuales serán llevados a diversos centros penitenciarios del país, con el fin de acercar a la población penitenciaria a la lectura.
El propósito de esta convocatoria fue promover la solidaridad y concientizar a la gente sobre los problemas que se viven dentro de los reclusorios.
“Estás generando herramientas para que la gente que está en reclusión se acerque a la literatura, abra otras ventanas, modifique sus pensamientos”, señaló el director de la Fundación Voz en Libertad, Arturo Morell.
Para alcanzar la meta, Morell se acercó a las Secretarías de Gobierno y de Cultura de la Ciudad de México, así como al Museo Diego Rivera para organizar el Festival Musical 11/11, un concierto que se llevó a cabo el sábado 11 de noviembre con la participación de la Sonora Dinamita, Bashma, Mink, entre otros grupos, en donde se recaudaron mil 500 libros.
El bucle comenzó a formarse el lunes 13 de noviembre desde las 10:00 horas en la Plaza de la Constitución. Alrededor de las 17:00 horas, el director de la Fundación Voz en Libertad pidió el apoyo de los asistentes al evento para pasar los libros hacia la espiral y así terminarla más rápido.
Gracias a los esfuerzos de la sociedad civil y de los integrantes del programa, se hizo una cadena humana que ayudó a colocar cerca de 5 mil libros.
En 2006, Morell organizó la primera espiral de libros del mundo que reunió 10 mil 90 ejemplares en total. En 2010, se realizó otra en Miami, Estados Unidos, que rebasó el récord anterior con 10 mil 250 libros. Ahora, el récord previo fue superado por mil 80 textos, es decir, se recaudaron 11 mil 330.
La Fundación Voz de Libertad está dedicada al análisis de problemas sociales y el diseño de estrategias culturales para resolverlos.
Cuenta con otros programas como “Un grito en libertad”, el cual promueve actividades como canto, baile y actuación para “transformar la energía negativa en positiva”, de acuerdo con Morell.
Algunas de sus líneas de especialización son la prevención del delito, equidad de género y la violencia doméstica.