Llegó la primavera y con ella, muchos cambios. Se ha demostrado que los cambios de luz en las estaciones alteran la producción de melatonina; con la llegada de la primavera, se prolongan las horas de luz y se producen cambios en el organismo. Hay una sensación de bienestar general y nos sentimos más sanos, dinámicos, optimistas y llenos de energía.
Algunos investigadores de las Universidades de Edimburgo y Manchester (Reino Unido), descubrieron dos genes, EYA3 y TAC1, que se activan cuando aumentan las horas de luz en primavera y, en consecuencia, elevan la concentración de ciertas hormonas que se producen en la glándula pituitaria como la tuberalina, la melatonina y la prolactina, así como la secreción de vitamina D.
La Universidad Médica de Graz, en Austria, realizó un estudio con 2299 sujetos que demostraba que aquellos hombres que tienen altas cantidades de vitamina D también presentan un mayor nivel en sangre de testosterona (la hormona sexual masculina por excelencia), de tal forma que experimentan un incremento de la libido.
Por otra parte, la exposición a la luz aumenta la secreción de endorfinas, tanto en hombres como en mujeres. Estos neuropéptidos alivian el estrés, levantan el ánimo y estimulan la respuesta sexual.
Mi recomendación, en esta época, es que el vino blanco o el rosado son ideales por su temperatura de servicio.
Las endorfinas, esos neurotransmisores que se encargan de estimular las áreas cerebrales que producen placer al organismo, que nos conducen a un estado de felicidad, también se liberan cuando bebes una copa de vino.
Salud!
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