¡Qué lata con el viejo!

Recientes

CIBanco niega vínculos con el crimen organizado tras señalamientos del Tesoro de EE. UU.

CIBanco negó categóricamente estar relacionado con actividades ilícitas, luego de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos (FinCEN) lo señalara por p...

OTAN eleva gasto militar al 5% del PIB; España se mantiene en 2.1% pese a presión de Trump

En una cumbre histórica en La Haya, los 32 países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acordaron elevar su gasto en defensa al ...

SCJN confirma condena contra Luis de Llano: deberá indemnizar a Sasha Sokol por abuso sexual infantil

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) confirmó este miércoles la sentencia civil contra el productor Luis de Llano Macedo, quien deberá indemnizar...

Masacre en fiesta patronal en Irapuato: comando armado asesina a 12 personas, incluidos menores

Una fiesta en honor a San Juan Bautista se tiñó de sangre en Irapuato, Guanajuato, cuando un grupo armado abrió fuego contra los asistentes, dejando al menos...

Decomisan 70 kilos de metanfetamina en el AIFA; droga valuada en casi 20 millones de pesos

Elementos de la Guardia Nacional realizaron un importante decomiso de droga al interior del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en Zumpango, Esta...

Compartir

La mayoría de las personas somos cortas de memoria y cuando nos convertimos en adultos y formamos nuestra propia familia, olvidamos rápidamente lo recibido de los padres. El egoísmo y el peso de cuidar a los padres nos hace desestimarlos cada vez más.

Atender a los padres cuando estos envejecen, muchas veces es vista por los hijos como una carga incomoda, que demanda algo que quieren tener para su exclusivo derecho «tiempo» y su yo interno dice: si dejo mis cosas para atender a mis padres, me pesa y si no les doy tiempo, me remuerde la conciencia. La solución más fácil : no escuchar mi conciencia.

Cuando somos padres sabemos que tenemos una responsabilidad de guiar, proteger y educar a nuestros hijos pues ellos dependen al 100 por ciento de nuestra ayuda en todo momento, igualmente cuando envejecemos y llegamos a una edad adulta nos convertimos en niños con la diferencia que con el paso del tiempo iremos perdiendo más capacidades y seremos más dependientes de quien nos cuida.

También te puede interesar:  ¿Cuáles son tus límites?

Desgraciadamente al contrario de un niño el envejecimiento trae consigo perdida de facultades y al mismo tiempo necedad, mal carácter y cerrazón y con esto es mucho más complicado para los hijos la sana interacción con los padres ya que la mayoría de las veces terminan en una pelea por cualquier tontería.

Es importante no olvidar que todos sin excepción nos convertiremos en viejos a menos de que la muerte nos sorprenda a una edad temprana, pero si esto no ocurre tendremos la necesidad de que alguien vea por nosotros, como quizá a hora lo estemos haciendo con nuestros padres.

Tener a nuestros padres aún con nosotros debe ser siempre un motivo de dar gracias a la Vida por permitir que nuestros viejos puedan convivir con nuestros hijos y ellos puedan aprender lo gratificante que es poder ayudar y devolver un poco de todo lo que en su tiempo ellos nos brindaron. No permitas por ningún motivo que tus padres sientan que ellos son una carga para ti o tu familia, el rechazo y el maltrato a un padre es de las cosas más aberrantes que pueden existir.

También te puede interesar:  Joven de 16 años mata a sus padres como requisito para entrar al narco

¡Cierto! No es fácil y quizás las circunstancias por las que estás pasando en estos momentos lo dificultan aún más, busca alternativas siempre con la idea del bienestar de tu ser querido y no solo pensando en ti, la vida es corta y recuerda que los hijos repiten patrones, así que como trates a tus padres seguramente será el trato que te darán tus hijos cuando seas un adulto mayor.

Comentarios