A partir de septiembre, con la llegada del otoño, comienza a cambiar el clima en el hemisferio norte con la paulatina disminución de las lluvias en octubre y noviembre además de una mayor frecuencia de sistemas frontales (frentes fríos) dando paso al invierno en diciembre que, aunque estacionalmente finaliza en marzo, todavía se podrían presentar (ocasionalmente) efectos invernales en mayo, mes en que termina la temporada de frentes fríos estadísticamente.
Aún estamos en la temporada de ciclones tropicales que termina hasta el 30 de noviembre. Ante los cambios en la circulación atmosférica entre octubre y noviembre, el pronóstico de ciclones tropicales se torna más incierto por la combinación con sistemas invernales, generando trayectorias con un mayor nivel de incertidumbre si se compara con la certeza de los modelos de los meses previos.
Al día de hoy llevamos 9 sistemas frontales o frentes fríos que han ingresado al territorio mexicano. Por ahora, las temperaturas no han descendido de forma notable en México y seguimos con algunos periodos con valores de temperatura por encima de lo habitual.
En general, se espera que la temporada invernal sea seca y no tan fría gracias a la muy probable consolidación del fenómeno de “La Niña” por el enfriamiento de las aguas en el Pacífico Ecuatorial. En este sentido, los episodios de “La Niña” se caracterizan por la presencia de un flujo de corriente en chorro de tipo ondulatorio sobre Estados Unidos y Canadá durante el invierno, con temperaturas más frías de lo normal y una actividad tormentosa superior a la media en el norte, y con temperaturas más cálidas y menos actividad tormentosa en el sur.
Pero cada región en el mundo tiene efectos de “La Niña” diferentes y en México, dependiendo qué tan intenso se desarrolle, en casos muy generales se tendría un invierno seco y con temperaturas por arriba del promedio. Sin embargo, se podrían presentar importantes periodos muy fríos con heladas severas pero que solo durarían un par de días retornando rápidamente hacia un ambiente muy cálido. Derivado de la condición seca del aire, los eventos “Norte” pueden ser ocasionalmente violentos, así como tener enfriamientos significativos durante las noches y madrugadas con rápido calentamiento durante el día.
Algunas recomendaciones
El descenso de temperaturas tiene mayor incidencia en las enfermedades respiratorias, más allá de las probables precipitaciones, heladas y nevadas (principalmente en zonas de montaña y en estados del norte de México). Es importante seguir algunas recomendaciones que emitidas por la Secretaría de Salud para disminuir la incidencia de tanta gente enferma durante estos meses.
Estas recomendaciones pueden dividirse en dos grupos, el primero en cuanto a recomendaciones
específicas para evitar enfermedades respiratorias; el segundo, para evitar accidentes al intentar mitigar los efectos dentro del hogar.
Recomendaciones para evitar enfermedades respiratorias:
- Reforzar las defensas de los niños y adultos mayores con alimentos y complementos altos en vitaminas A y C (frutas y verduras), así como abundantes líquidos.
- Abrigar especialmente a niños y adultos mayores, con ropa gruesa de preferencia de algodón, evitando las prendas ajustadas y de tela sintética.
- Si permanece mucho tiempo en un lugar caliente, tape su boca al salir.
- Cubrir los lugares donde puedan entrar corrientes de aire frío.
- Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón o usar alcohol en gel.
- Toser y estornudar cubriéndose con un pañuelo, o con el ángulo que forma el brazo con el antebrazo, evita que otras personas puedan contagiarse.
- Mantenerse seco pues la humedad enfría el cuerpo rápidamente.
La aplicación de la vacuna contra influenza se debe aplicar a los siguientes grupos de riesgo:
- Niñas y niños de 6 meses a 5 años de edad y personas mayores de 60 años.
- Mujeres embarazadas en cualquier trimestre
- Personas que padezcan diabetes mellitus, obesidad mórbida, asma, enfermedades renales, cardiacas, cáncer y VIH.
Para evitar accidentes en el hogar:
- Tener cuidado con los sistemas de calentamiento para que no se respiren gases que provoquen la intoxicación de las personas manteniendo ventiladas las habitaciones donde existan fuentes de calor como chimeneas, calentadores, anafres u hornillas.
- Si tiene que usar velas no las deje encendidas y tenga cuidado con ellas, ya que pueden causar un incendio.
- Asegurarse que las estufas de carbón, eléctricas y de gas estén alejadas de las cortinas.
- Acudir a los refugios temporales cuando la Unidad de Protección Civil de la localidad avise de frío intenso, o permanecer resguardado en el interior de su casa y procurar salir solamente en caso necesario.
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