Hasta finales del mes en curso, el cometa “Diablo” puede observarse desde México con binoculares, en zonas con cielo oscuro y despejado, informó el técnico académico del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la UNAM, campus Morelia, René Ortega Minakata.
Se le llama coloquialmente de esa manera a este objeto periódico que está en el Sistema Solar interior en este momento, relativamente cerca de la Tierra. Tiene algunas eyecciones de material cuando se acerca a este, las cuales actualmente pueden verse a detalle con algunos equipos astronómicos, explicó.
El científico universitario detalló que en octubre pasado registró una eyección de material que se veía como si fueran dos “cuernitos”, y entonces la comunidad de astrofotografía y de astrónomos aficionados lo nombró cometa “Diablo”, pues además se observó cerca de Halloween. “El apodo se le puso el año pasado, pero ha sido observado desde hace varios siglos”.
Regresa al Sistema Solar cada 71 años; por ese periodo orbital, a este y otros objetos celestes se les conoce como de tipo Halley. Su nombre oficial es 12P/Pons-Brooks, en honor a los primeros astrónomos que lo observaron: el francés Jean Louis Pons, el 20 de julio de 1812; y su colega estadounidense William Robert Brooks, quien lo “redescubrió” el 1 de septiembre de 1883, apuntó el astrofísico.
Aunque ahora es popular por su apodo, no se trata de un astro prominente, es uno normal, sin ninguna particularidad, salvo que ha sido observado durante diferentes épocas, debido a su periodo relativamente corto que ha facilitado su avistamiento. “Se tienen registros de observaciones que actualmente se identifican con este cometa en los siglos XIV y XV”, recordó.
En estos días estará lo más brillante que se podrá mirar, aunque no es un objeto especialmente con esta característica; resulta similar a la Estrella Polar.
Ortega Minakata precisó que avistarlo no es sencillo, pues se encuentra cerca del Sol, así que tiene que hacerse desde un sitio con buen horizonte, donde no haya árboles ni edificios, hacia el oeste, al atardecer. Se requieren binoculares porque la luz crepuscular no permite verlo. No es espectacular, porque se ve como una manchita.
Tiene un tamaño aproximado de 34 kilómetros, con un núcleo compuesto por roca, polvo y hielo, el cual está rodeado por un gas coma, que se genera cuando los hielos pasan directamente a gas, conforme el objeto celeste se acerca al Sol.
El universitario consideró que su paso es una buena ocasión para conocer cómo funciona el Sistema Solar, cómo son los cometas y por qué tienen estas eyecciones de material al acercarse al astro rey.
Lo anterior se debe a que están hechos de elementos muy volátiles que al acercarse al Sol se subliman, es decir, pasan de sólido a gas, y esto hace que se formen comas o nubecitas alrededor de los núcleos de los cometas, y por eso se ve como una “manchita”. “Cuando estas nubecitas son más prominentes se forman esas colas largas que solo se ven con equipo de astrofotografía”, concluyó.