El botox puede alterar tu química cerebral

Recientes

Explotación laboral de personas campesinas migrantes en invernaderos de Canadá

En Canadá hay invernaderos altamente tecnificados y productivos para cultivar frutas, verduras, flores y recientemente cannabis; pero no se sostienen sin las...

Hijo del ‘Profesor Jirafales’ revela toda la verdad sobre su muerte

Rubén Aguirre, el inolvidable ‘profesor Jirafales’ de El Chavo del 8, falleció el 17 de junio de 2016, a los 82 años, en Puerto Vallarta. Oficialmente, su pa...

Estados demócratas impugnan reforma electoral de Trump

La propuesta del presidente Donald Trump para reformar el sistema electoral en Estados Unidos enfrenta una fuerte oposición legal. Fiscales generales de 19 e...

Sener revisará metodología del precio del gas LP

Sener anunció que evaluará posibles modificaciones en la metodología para fijar el precio semanal del gas LP, con el objetivo de proteger tanto la operación....

ALERTA. ¡Otra vez el COVID! La nueva variante NB.1.8.1 ya está en 22 países

Cuando muchos ya pensaban que el COVID estaba más que controlado, llega una nueva variante a mover el tablero: NB.1.8.1. Fue detectada por primera vez en ene...

Compartir

Es común escuchar hablar del uso del bótox en el rostro como una solución temporal para eliminar las líneas de expresión o arrugas. Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado cómo puede afectar esto a nuestro cerebro y a la capacidad de procesar nuestras emociones? Recientemente se publicó un estudio en la prestigiosa revista Nature que explora este tema y que puede arrojar luz sobre los efectos del bótox en nuestra actividad neuronal.

La toxina botulínica tipo A tiene diversos usos, como eliminar temporalmente las líneas de expresión en la cara. Esto se debe a que la sustancia relaja los músculos faciales que se encontraban en contracción excesiva, lo que produce una parálisis temporal. Esta parálisis dificulta la capacidad de reflejar emociones y puede alterar la química del cerebro.

También te puede interesar:  Las Primeras Planas Internacionales de hoy sábado

El estudio, liderado por el investigador del Departamento de Neurología de la Universidad de California, Mitchell F. Brin, evaluó la actividad cerebral de 10 mujeres antes y después de recibir la inyección de bótox en el entrecejo. Se midió la respuesta cerebral ante imágenes de rostros felices y enojados durante dos resonancias magnéticas. La investigación detectó alteraciones en la actividad de la amígdala, encargada de procesar y almacenar reacciones emocionales, y el giro fusiforme, responsable del reconocimiento facial. En el primer caso, la alteración se produjo ante los rostros sonrientes y enojados, y en el segundo caso, solo para los rostros felices.

También te puede interesar:  SK Bioscience acuerda con AstraZeneca fabricar vacuna COVID-19

El estudio concluye que la inhibición de la contracción del músculo glabelar, ubicado en el entrecejo, altera la actividad neuronal para el procesamiento emocional. Es decir, la parálisis temporal causada por el bótox puede afectar la forma en que procesamos las emociones.

Comentarios