Funcionarios federales y estatales rutinariamente dictan las noticias, diciéndole a los medios qué deberían reportar y qué no, según explica una nota del diario New York Times
“Dirigir un periódico, una estación de radio o un canal de televisión en México usualmente significa depender de un único y poderoso cliente que gasta exorbitantes sumas en publicidad con una sola advertencia: ‘no te pago para que me critiques’. Ese cliente es el gobierno mexicano”, publicó el corresponsal Azam Ahmed.
Luego de una serie de entrevistas con ejecutivos, editores y reporteros, Ahmed llegó a la conclusión de que el campo mediático mexicano, es controlado por funcionarios federales y estatales, quienes rutinariamente dictan las noticias, exigiéndoles a los medios qué deberían reportar y qué no.
“Es un problema común en los países en desarrollo, pero es mucho más grave en México“, dijo David Kaye, el representante de Naciones Unidas para la libertad de expresión al New York Times. “Es notable lo que gasta el gobierno”.
Se ejemplifica el caso de la periodista Laura Castellanos, quien fue enviada en 2015 por El Universal a cubrir un par de balaceras en Michoacán que involucraban a la Policía Federal.
Pasó 10 días cubriendo la historia del tiroteo que dejó 16 muertos. Luego de 39 entrevistas, Laura Castellanos llegó a una conclusión diferente a la versión oficial: no se había tratado de un tiroteo entre hombres armados y policías, sino de ejecuciones.
La historia no fue publicada por El Universal y luego de dos meses y medio, tiempo en el que una fuente de Laura Castellanos fue torturada y asesinada, ella se preocupó de que su historia nunca se publicara.
La historia fue publicada por Carmen Aristegui, periodista que perdió su trabajo tras publicar un reportaje sobre el escándalo de la Casa Blanca de la esposa del presidente. El día que se publicó el reportaje de Laura Castellanos, Aristegui Noticias sufrió un ataque cibernético.
El Universal dijo que el reportaje nunca fue publicado porque no cumplió con los estándares del diario, pero al siguiente año Castellanos ganó el premio nacional de periodismo por su investigación.
Con información de Aristegui Noticias