La Administración de Control de Drogas (DEA) ha puesto su atención en Iván Archivaldo Guzmán Salazar, conocido como «El Chapito», quien ahora se sitúa como el fugitivo más buscado por su conspiración para poseer con intención de distribuir «sustancias controladas». En la más reciente actualización de la lista de fugitivos prioritarios de la DEA, «El Chapito» es el único hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán entre los diez primeros.
Aunque otros herederos de Guzmán Loera no figuran en la cima de la lista, como Jesús Alfredo Guzmán Salazar, alias «Alfredillo», es innegable que Los Chapitos, facción del Cártel de Sinaloa, están acaparando la atención de la DEA.
A la par de Iván Archivaldo, figuran otras destacadas figuras de esta facción, como Óscar Noe Medina González, alias «Panu», considerado el principal operador del «Chapito» y jefe máximo de seguridad de la estructura criminal. Además, Carlos Omar Félix Gutiérrez, Silvano Francisco Mariano, alias «Rayo», y Liborio Núñez Aguirre, alias «Karateca», colaboradores de Los Chapitos, también están entre los diez más buscados por el gobierno estadounidense.
La ausencia en la lista de Ismael «El Mayo» Zambada y Nemesio Oseguera Cervantes, alias «El Mencho», líderes criminales en México, era esperada debido a la postura adoptada por la DEA bajo la administración de Anne Milgram. Desde 2021, la agencia ha considerado que Los Chapitos son los principales responsables de la crisis de fentanilo, un opiáceo sintético, que cobra la vida de 200 estadounidenses cada día.
Documentos judiciales del Departamento de Justicia han revelado que los hijos del «Chapo» comenzaron a producir fentanilo en 2014 en una instalación en Culiacán. Tras la captura y condena de su padre, Los Chapitos se han enfocado en esta droga, convirtiéndola en su principal fuente de ingresos y expandiendo su presencia a más de 40 países para 2023.
La DEA estima que el Cártel de Sinaloa cuenta con alrededor de 26 mil miembros en todo el mundo, involucrados en diversas funciones dentro de la organización. La expansión global de Los Chapitos y su considerable poderío armamentístico los convierten en una prioridad para la DEA, incluso por encima de líderes como «El Mencho» del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La edad de Los Chapitos también es un factor significativo en su perfil delictivo. Su ascenso ha desplazado a la «vieja guardia» del narcotráfico en México, cuyos líderes como «El Mayo» y «El Mencho» enfrentan problemas de salud y han dado paso a una nueva generación.
En este contexto, a pesar de los aspirantes que esperan tomar el liderazgo en otros cárteles, la DEA considera a Los Chapitos una amenaza relevante y prioritaria en la lucha contra el narcotráfico.