La Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos publicó los objetivos del gobierno de Donald Trump en la renegociación del TLCAN. Entre ellos se prevé eliminar el capítulo 19 del acuerdo vigente, referido a la solución de controversias; expertos estiman que pueda dificultar el proceso, así como el objetivo de reducir su déficit comercial.
Desde su campaña presidencial, se enfocó en asegurar que las reglas del TLCAN no dejaba suficientes beneficios para las empresas estadounidenses.
“Lo que es rescatable es la abrumadora mayoría de los objetivos que se tienen son metas que pudieran compartir países como México y Canadá”, dijo Luis de la Calle negociador del TLCAN.
Sin embargo, “hay algunos aspectos como el déficit y la eliminación del capítulo 19, y otras que señalan que esta va a ser una negociación complicada porque el espíritu de Donald Trump en el sentido de reformar el TLC para que EU deje de perder, prevalece en el ambiente”, consideró.
Dijo que de este lado se buscará convencer a EU y a Canadá de que el enfoque para renegociar el tratado debe ser modernizarlo para incrementar la competitividad de la región. De esta manera, «eliminar el capítulo 19, que da a los exportadores de los tres países la oportunidad de acudir a tribunales internacionales cuando sientan que sus derechos están siendo comprometidos por una investigación de dumping o de cuotas compensatorias por subsidios, sería un retroceso», agregó De la Calle.
El documento estadounidense incluye un capítulo anticorrupción, con el que el país del norte pediría que se exija a empresas contabilidades fáciles de rastrear para detectar sobornos, además de promover códigos de conducta entre servidores públicos. Pedirá, además, que se eliminen facilidades para “deducir pagos corruptos” a través del impuesto sobre la renta.
En un capítulo sobre energía, la USTR pide preservar el fortalecimiento de inversiones, acceso de mercado, y más disciplinas a empresas propiedad del Estado, beneficiando la generación y transmisión de energía, así como el apoyo a la seguridad energética de la región, y de igual forma, que se continúe con reformas que abran los mercados de energía.
Con información de El Financiero