Estados Unidos ha vetado una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que buscaba instar a pausas humanitarias en el conflicto entre Israel y Hamás, con el fin de facilitar el acceso de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.
Esta resolución, redactada por Brasil, enfrentó dos retrasos en los dos últimos días, mientras Estados Unidos intentaba negociar condiciones para la entrega de ayuda humanitaria a Gaza. En la votación, doce miembros del Consejo votaron a favor del proyecto de texto, mientras que Rusia y el Reino Unido se abstuvieron.
La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, explicó que están comprometidos en las labores diplomáticas en el terreno. Afirmó que aunque las resoluciones son importantes, deben basarse en hechos reales y respaldar los esfuerzos diplomáticos directos. Esto, según Thomas-Greenfield, es fundamental para salvar vidas, y el Consejo debe actuar de manera adecuada.
Tradicionalmente, Washington ha protegido a Israel, su aliado, de las acciones del Consejo de Seguridad.
Esta votación generó diversas reacciones. El embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, señaló la hipocresía y el doble rasero de los colegas estadounidenses.
Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, solicitó un alto el fuego humanitario inmediato para liberar a los rehenes y permitir el acceso de la ayuda humanitaria a Gaza.
Por otro lado, Rusia ha propuesto una sesión especial de emergencia en la Asamblea General de la ONU, donde un proyecto de resolución podría someterse a votación sin derecho de veto. Aunque estas resoluciones no son vinculantes, tienen peso político.
El enviado de la ONU para la paz en Oriente Medio, Tor Wennesland, advirtió sobre un riesgo «muy real y extremadamente peligroso» de que el conflicto se expanda.
El embajador chino ante la ONU, Zhang Jun, acusó a Estados Unidos de dar la impresión de que la resolución podría ser adoptada y expresó sorpresa por la votación.
Estados Unidos justificó su veto, alegando que el proyecto de resolución no mencionaba el derecho de autodefensa de Israel y culpando a Hamás de la crisis humanitaria en Gaza.
El enfoque de la diplomacia internacional se ha centrado en negociar una pausa humanitaria cerca del paso fronterizo de Rafah, entre Egipto y Gaza, para permitir la entrega de ayuda. Sin embargo, estos esfuerzos se han visto obstaculizados por los ataques aéreos israelíes en Gaza.
La resolución también instaba a Israel, sin mencionarlo directamente, a revocar su orden de trasladar civiles y personal de la ONU al sur del enclave palestino y condenaba «los ataques terroristas de Hamás». La situación en la región continúa siendo motivo de preocupación a nivel internacional.