El ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, decidió ayer ser extraditado a México, y consideró ‘‘irrisorias, vagas, imprecisas y ligeras’’, las imputaciones por tráfico de influencias, incumplimiento del deber legal, peculado y abuso de autoridad.
Recién el próximo 4 de julio habrá una audiencia en el tribunal tercero de sentencia de Guatemala, donde el ex mandatario deberá decidir si también se allana y pueda ser juzgado por operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada, en los cuales será juzgado en el ámbito federal.
Durante 30 minutos la fiscalía guatemalteca dio lectura de los cargos que se le imputan, que consisten en haber utilizado un helicóptero luego haber solicitado licencia al cargo y haber transferido ilegalmente 220 millones de pesos de las cuentas de la Comisión del Agua del Estado de Veracruz a otra institución estatal.
Carlos Velázquez, abogado guatemalteco y defensor del ex mandatario, dijo que las acusaciones carecían del sustento ‘‘que verdaderamente genere una preocupación legal a mi patrocinado, y siendo que es de su interés resolver su situación jurídica en su país, es su deseo y voluntad allanarse al proceso de manera inmediata’’.
Duarte habló y consideró estas acusaciones ‘‘infundadas, ligeras, vagas e imprecisas’’. Luego, señaló que el actual gobierno veracruzano gasta recursos del erario en procesos infundados y criticó que el fiscal general hubiera viajado a Guatemala para estar presente en la audiencia ‘‘por dos acusaciones que verdaderamente son irrisorias. Una por incumplimiento de un deber y tráfico de influencias, cuando ya no era servidor público, y usar un helicóptero; bueno, ni siquiera por usarlo, sino por un traslado de Xalapa a Coatzacoalcos. Es verdaderamente irrisorio’’.
El presidente del tribunal tercero le preguntó si renunciaba a plantear cualquier medio de defensa, a lo que Duarte contestó que sí. La fiscalía guatemalteca solicitó que sin más trámite se aprobara el allanamiento, pero solicitó esperar a que el tribunal quinto decida si procede la extradición por lo que hace a los delitos federales.
En cuanto concluyó la diligencia, la defensa de Javier Duarte difundió un comunicado de prensa en el cual se pregunta: ‘‘¿Por qué no se incluyó la mentira de que, siendo gobernador, Duarte privó de medicamentos a niños? La razón es obvia: se quiso manipular a la opinión pública y hoy no se tuvieron los pantalones para sostener semejante sandez ante los tribunales’’.
Javier Duarte abandonó el tribunal sonriente y amable con sus custodios, a quienes solicitó incluso ‘‘no ir tan rápido para no caer’’.
Con información de La Jornada