En días recientes, se ha destapado un escándalo a propósito del uso de ivermectina en Ciudad de México (CDMX) para paciente de COVID-19 sin evidencia científica de su eficacia, autorización nacional o aprobación.
Es importante saber que la ivermectina es un compuesto medicinal de avermectina B1a y B1b; las avermectinas son derivados macrocíclicos de la lactona producidas por la actinobacteria Streptomyces avermitilis. Es un medicamento antiparasitario y aunque está aprobada para uso humano para tratar infecciones causadas por parásitos como piojos y afecciones de la piel, los datos disponibles actualmente no muestran que la ivermectina sea efectiva contra el COVID-19.
Además, de acuerdo con información publicada por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de Estados Unidos (EU), «algunas formas de ivermectina animal están aprobadas para prevenir la enfermedad del gusano del corazón y tratar ciertos parásitos internos y externos (…) estos productos son diferentes de los que se usan para las personas», por los que solo son seguros cuando se usan en animales según lo prescrito.
Sin embargo, mundialmente el medicamento comenzó a utilizarse para la prevención y tratamiento de la COVID-19 en humanos durante la emergencia sanitaria. Así, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un llamado internacional para no hacerlo.
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En el caso de CDMX, las autoridades incluyeron esta medicina dentro de los kits médicos que repartieron a los pacientes positivos al virus. Una solicitud realizada por Animal Político, detalló que se sumaron 429,000 kits entregados; 45% por el Gobierno capitalino. Y sabiendo que la administración a cargo de Claudia Sheinbaum pagó 70 pesos por cada caja del medicamento, el medio afirma que se alcanzó una cifra total de más de 29 millones de pesos (mdp).
Por otro lado, las cerca de 200,000 personas formaron parte de un llamado “cuasi-experimental”, es decir, una especia de ensayo clínico para probar los efectos del medicamento en estos pacientes. Con el atenuante no haber sido informados.
A partir de ello, tomó forma un documento autoría de José Merino, director de la Agencia Digital de Innovación Pública de CDMX, publicado en el portal de ciencias sociales SocArXiv. En él se aseguró que la ivermectina redujo las hospitalizaciones por COVID-19 hasta en un 76%. Titulado ‘Ivermectina y la probabilidad de hospitalización por COVID-19‘, el texto fue eliminado de la plataforma, en medio de las críticas a su elaboración. Al respecto, Philip N. Cohen, director de SocArXiv, dijo en un artículo publicado en Nexos: «decidimos removerlo porque concluímos que se trataba de un esfuerzo de baja calidad tanto en términos científicos como éticos».
Debido a que, tras una revisión, la plataforma SocArXiv calificó el documento como de «baja calidad» o «deliberadamente falso», también señaló la posibilidad de prohibir, de por vida, al gobierno de CDMX y a los funcionarios participantes, de publicar sus investigaciones en el sitio.
Pese a lo anterior, el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell ha asegurado que no se experimentó con la población al distribuir el medicamento y se justifico aclarardo que el Gobierno Federal cuenta con una guía de tratamiento de COVID-19, donde se recomendó explícitamente no utilizar ivermectina en pacientes infectados de coronavirus hasta agosto de 2021, cuando CDMX dejó de distribuir el medicamento.