Los cubanos están buscando nuevas opciones para que continúen fluyendo las remesas de Estados Unidos a Cuba mediante criptomonedas o tarjetas de débito, tras el cierre el lunes de los servicios de Western Union, uno de los golpes más duros para las familias que están a ambos lados del Estrecho de Florida.
El Gobierno del presidente Donald Trump anunció a fines de octubre la paralización de las remesas a Cuba a través de la compañía de transferencia de dinero más grande del mundo, frenando las transacciones de la empresa estadounidense que trabaja con una compañía controlada por militares en la isla.
La financiera cubana Fincimex, de propiedad militar, ha sido el principal socio en Cuba de Western Union por más de 20 años y es utilizada por millones de cubanos en Estados Unidos y otras partes del mundo para brindar soporte económico a las familias.
«El uso del bitcoin como mecanismo de envío de dinero de un punto a otro es la solución porque no requiere de banco, porque es una economía descentralizada (…) es súper rápido y no tiene comisiones», dijo Erich García, un youtuber de 34 años, quien impulsa las transferencias a Cuba con las criptomonedas.
Las remesas son una de las mayores fuentes de ingresos en dólares de Cuba, detrás de la exportación de servicios y el turismo, en una economía que sufre escasez de alimentos, medicinas y productos básicos bajo un histórico embargo comercial de Washington.
Western Union dijo que envía 2,4 millones de dólares diarios a Cuba y estima que transfiere anualmente de «900 millones de dólares a 1.500 millones». Los ingresos en 2019 fueron de aproximadamente 5.300 millones de dólares, según difundió el Consejo Económico y Comercial EEUU-Cuba.
«El costo de las transacciones se hace más costoso (…) y con menos rapidez, pero al final se realizan. Ahora, se están utilizando hasta las criptomonedas (…), las variantes son inimaginables», dijo a Reuters el economista Omar Everleny, en alusión a las «mulas», un canal informal de personas que recolecta dinero y lo distribuye en la isla.
Otra de las opciones, por ejemplo, es VaCuba, una compañía radicada en Florida sin vínculo legal con empresas estatales que procesa remesas, recargando en dólares las tarjetas de débito emitidas por bancos cubanos, una fórmula del Gobierno para inyectar dólares a su economía.
El Gobierno de Trump ha tomado medidas más drásticas contra Cuba que contrastan notablemente con la flexibilización de su predecesor demócrata Barack Obama. Pero el mandatario electo, Joe Biden, dijo en campaña que revertiría esas políticas.
Información de Reuters