Tras más de dos décadas de disputas, la Organización Mundial de Comercio ha dado este jueves la razón a Washington en su batalla por el etiquetado «dolphin safe», que impedía a la producción atunera mexicana vender en territorio estadounidense. El fallo del máximo órgano mundial de resolución de disputas comerciales concluye que los cambios en la política estadounidense de etiquetado introducidos el año pasado eliminan el trato discriminatorio contra los productores mexicanos. Las autoridades mexicanas han recordado que el fallo «no es definitivo» y han anunciado que lo recurrirán. «El método de pesca utilizado por la flota mexicana cumple los más altos estándares internacionales para la protección mexicana», remarcan.
El fallo supone un golpe para México, dado que nuestro país admitió durante el procedimiento de arbitraje que, en caso de perder esta fase del litigio ante la OMC, tendría que poner fin a las sanciones comerciales que la organización le permitió en mayo imponer a Estados Unidos por más de 163 millones de dólares al año por el incumplimiento de una medida estadounidense anterior sobre el etiquetado de atún en 2013.
La industria atunera ha denunciado pérdidas acumuladas millonarias por las restricciones que sufre para acceder al mercado estadounidense, que supone el 80 por ciento de las exportaciones mexicanas y mueve alrededor de 200 millones de dólares al año. El Gobierno estadounidense argumentaba que los métodos de pesca utilizados por los atuneros mexicanos tienen un elevado riesgo de captura incidental de delfines, por lo que impedía que las latas de este producto procedentes de México fuesen etiquetadas como dolphin safe. Este distintivo sí figuraba en el atún pescado y procesado en Estados Unidos.
Con información de El País