La Comisión Nacional de los Derechos Humanos y la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos realizaron un llamado urgente al Estado mexicano a no aprobar la ley de seguridad interior. Advirtieron que aun cuando los senadores realizaron algunas modificaciones al proyecto, éste aún presenta aspectos altamente preocupantes para las garantías fundamentales.
Incluso la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se sumó a ese llamado. Pidió no aprobar la ley y abrir un diálogo nacional sobre el modelo de seguridad que requiere México, con base en los estándares internacionales de derechos humanos.
Tras ser avalado en comisiones del Senado, Amnistía Internacional censuró la aprobación del dictamen de la ley de seguridad interior y afirmó que era la crónica de una simulación anunciada.
Tania Reneaum, afirmó en un comunicado: «Es inaudita la forma en que las comisiones dictaminadoras del Senado han pasado por alto todas las observaciones y advertencias de la sociedad civil organizada, la academia y organismos nacionales e internacionales de derechos humanos sobre los efectos perversos para la seguridad ciudadana del proyecto de ley de seguridad interior. Las modificaciones propuestas no resuelven de fondo la falta de controles civiles, transparencia y rendición de cuentas sobre el uso de las fuerzas armadas en funciones policiales regulares.»
Órganos institucionales de 10 estados del país también se sumaron al llamado de CNDH y ONU-DH: las comisiones o defensorías de Ciudad de México, Veracruz, Nuevo León, Oaxaca, Yucatán, Jalisco, Aguascalientes, Baja California, Campeche y Michoacán.
Con información de La Jornada