El “estímulo” que el gobierno federal otorga actualmente al impuesto a los combustibles es el más alto desde que se creó ese mecanismo en 2017.
Sin embargo, esta medida no ha sido suficiente para que los precios de venta al público desciendan o se frene el alza.
Esta semana se otorgó un “estímulo fiscal” de 70.2% en la gasolina Magna, puesto que de los 4.59 pesos por litro que el gobierno tiene autorizados cobrar de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) sólo cobrará 1.37 pesos.
El precio de dicho combustible ha pasado de 16.28 pesos al cierre de 2017 a 17.89 pesos actualmente y sigue subiendo.
Alejandro Limón, investigador de Energía y Finanzas Públicas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), explicó que esta medida no frena aumentos debido a que se determinan por las cotizaciones internacionales del crudo y el precio del dólar.
FACTORES
Alejandro Limón, investigador de Energía y Finanzas Públicas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), explicó a Excélsior que los “apoyos” fiscales a las gasolinas sólo están sirviendo para suavizar el alza de los precios y no frenan su aumento debido a que ahora se determinan por el mercado y no por el gobierno.
Los aumentos obedecen principalmente al incremento en las cotizaciones internacionales del crudo, de 20% en lo que va del año, aunado a una depreciación del peso de 1.0 por ciento en el mismo lapso.
Explicó que, de no mediar los “estímulos”, “hoy los combustibles serían en promedio hasta 3 o 4 pesos más caros, por lo que el objetivo del gobierno es mitigar los efectos inflacionarios”. Comentó que otro fin implícito de los “estímulos” es frenar algún brote de descontento social por un alza abrupta en los precios, y más en época electoral.
CUOTA FIJA
Alejandro Limón se mostró a favor de que el gobierno abandone la política de “estímulos” al IEPS de combustibles y establezca una cuota fija que garantice que no haya pérdida recaudatoria.
Con esto, el público pagaría el precio según condiciones de mercado, lo que ocasionaría que habría los respectivos ajustes en la demanda en caso de precios más caros.
Explicó que para justificar socialmente precios más altos y mayor recaudación, se debe implementar que los recursos se usen para mayor infraestructura carretera y mejorar el transporte público.
Con información de Excelsior