La decisión de Unión Europea, Estados Unidos y Japón de no reconocer a la República Popular de China en la OMC como una economía de mercado, algo que reduciría significativamente los aranceles de los productos importados de este país, ha generado malestar a Pekín, que amenaza con represalias.
China considera que se le está tratando injustamente, el resto de potencias alegan que el país no ha cumplido sus compromisos y no se ha transformado en una economía de mercado de pleno derecho.
«El problema no es que China sea o no una economía de mercado, es que (Estados Unidos, la UE y Japón) están utilizando una obligación legal como excusa para imponer barreras proteccionistas y no asumir que muchos de sus sectores están perdiendo competitividad frente a los de China», asegura Xue Rongjiu, vicepresidente del Instituto sobre la OMC del Ministerio de Comercio. Pekín ha dicho que «llegará hasta donde haga falta» para que se le reconozca este estatus.
El problema se agravaría en el caso de Estados Unidos, ya que Donald Trump dijo en campaña electoral que impondría aranceles de hasta el 45 por ciento sobre productos chinos.
Con información de El País