La Comisión Económica para América Latina, dio a conocer que “la reducción de la pobreza se ha estancado desde 2012 y la indigencia muestra una leve tendencia al alza”. De los 167 millones que están en la pobreza, la mitad sufren de carencia extrema.
Esta merma se explica, según la Cepal, por el escaso crecimiento económico mundial, el fin del súper ciclo de los productos básicos, una mayor presión inflacionaria y disminución de la capacidad para generar y formalizar empleos.
El porcentaje de aquellos en extrema pobreza se incrementa entre la población indígena, afrodescendiente, discapacitada, adultos mayores y mujeres y niños. Además, la región es considerada la más desigual del mundo en distribución del ingreso.
En el caso de México, el estudio señala que el grupo más pobre de la población apenas concentra 6.5 por ciento de los ingresos del país, por el contrario, 38 por ciento de los mismos están en manos del grupo más rico.
A nivel regional los más pobres avanzaron hacia un punto porcentual en la repartición de la riqueza entre 2002-2013, sin embargo, en México su participación sólo aumentó medio punto. En el caso de los ricos, la región redujo un 5 por ciento su tajada, en cambio en México solo se redujo 3 por ciento.
Los cambios más significativos los tuvieron Argentina y Uruguay, donde los pobres subieron su participación en los ingresos de 4 a 7 y de 8.5 a 10 por ciento. En Brasil, el quintil más rico, perdió 12 puntos de participación y en Bolivia fue de 20 puntos.
La Cepal destacó que el acceso al trabajo es el factor más decisivo para disminuir la desigualdad. En México, menciona “el salario mínimo se ha estancado por casi 20 años, llegando a ser uno de los más bajos de América Latina.” El gasto público en el país llega a 953 dólares per cápita y representa el 14.9 por ciento del PBI, menos que lo registrado en Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Uruguay y Panamá.
Finalmente, el informe “augura dificultades para recuperar las tasas de crecimiento registradas en años anteriores y mantener el nivel del gasto público en algunos países”.
Con información de La Jornada