Una de las promesas de campaña del virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, es la del vender el avión presidencial, el cual está valuado en tres mil millones de pesos, sin embargo dicha tarea será difícil de realizar por diversos motivos.
En febrero de 2016, la administración federal de Enrique Peña Nieto recibió el Boeing Dreamliner 787 que el tabasqueño pretende poner a la venta, para lo cual afirmó ya se encuentra en pláticas con la misma empresa que lo construyó.
“Ya se está buscando una relación con Boeing para lo del avión presidencial, la idea es venderlo, no perder dinero, que se venda en lo que vale, pero no me voy a subir a ese avión’, reiteró López Obrador en una conferencia posterior a ser electo como titular del Ejecutivo Federal”.
Sin embargo tener parado el aeroplano con matrícula XC-MEX y código TP-01 representaría un de valuación de 35 por ciento en su valor, además de que presentaría deterioro en sus piezas y perdería su certificado de aeronavegavilidad.
Todas estas contras quedaron reflejadas en un avalúo solicitado por Banobras, institución que adquirió el avión y que está arrendado a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a la consultora internacional Ascend Flightglobal Consultancy, sobre qué implicaciones tendría una posible venta del aparato nombrado ‘José María Morelos y Pavón’.
El avalúo destacó de que por lo menos la aeronave tardaría 12 meses en ser vendida, por lo que de acuerdo a las estimaciones hechas por la consultora extranjera, para enero de 2019, el avión presidencial tendría un valor de 142.4 millones de dólares.
Recomercializar y vender con éxito un bizliners de fuselaje ancho puede ser particularmente difícil, sobre todo por los tiempos, ya que un avión como éste puede tardar hasta 12 meses como mínimo en venderse y la reconfiguración que se le quiera hacer, significaría un elemento más que impacte en el precio’, destacó.
La compañía internacional resaltó que una configuración altamente personalizada afectará el precio del avión, debido a que éste requerirá un descuento por el costo de readaptación o incluso para un reemplazo total; lo que puede costar entre 10 y 15 millones de dólares y que tardaría 18 meses realizarlo.
Por lo que en caso de venderlo a una compañía aérea comercial, el costo sería por la mitad de los valores del avalúo realizado.
En tanto que la opción de mantener el avión estacionado en el Hangar Presidencial, causaría daños a sus piezas, así como la pérdida de su certificado de aeronavegabilidad, que avala las condiciones para volar, por lo que muy difícilmente sea adquirido por algún particular.
Con información de ElBigData