Si en una parte amanece; por fuerza, en otra anochece

Recientes

Hoy no es día cualquiera, ¡Hoy es “Yellow Day” el Día más Feliz del Año! Aquí te contamos todo

¿Y eso qué? Pues, según muchos, es el día más feliz del año. Sí, como lo oyes. Y no, no es solo porque alguien lo publicó en Instagram con una foto en la pla...

México logra la mayor reducción de pobreza relativa entre países de la OCDE en una década

México registró la mayor disminución de pobreza relativa entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) d...

Compran a los Lakers por cifra récord de 10 mil millones de dólares

La familia Buss continuará en la gestión del equipo, pero el control mayoritario pasa a manos del inversionista deportivo más influyente del momento. Una nue...

BMV perfila una caída marginal; GCC lidera los descensos

Las bolsas de valores en México abrieron la jornada del viernes con ligeros retrocesos, extendiendo las pérdidas acumuladas desde la sesión anterior. El nerv...

Grupo Elektra impugnará resolución judicial por adeudo fiscal de 2 mil millones de pesos

La empresa de Ricardo Salinas Pliego acusa sesgo político en el fallo y anuncia que llevará el caso a la Suprema Corte. Grupo Elektra, propiedad del empresar...

Compartir

Aunque suene raro, durante los tiempos de don Porfirio se inventó la noche. Hasta antes de la llegada de la electricidad a las ciudades, la vida de las personas casi estaba atada al ritmo de la naturaleza, y los intentos para enfrentarse a la oscuridad no llegaban muy lejos: los quinqués con aguarrás y las velas siempre perdían la partida. A la mayoría de la gente no le quedaba más remedio que irse a dormir como las gallinas. La noche era peligrosa. Sin embargo, en cuanto se encendió el primer foco, los citadinos comenzaron a inventar y descubrir nuevas actividades que, por supuesto, demandaban más electricidad a las plantas de Nonoalco, la Verónica, Indianilla y San Lázaro que estaban en la Ciudad de México, y a ellas pronto se sumó la producción de la presa de Necaxa.

También te puede interesar:  México se calienta más que el promedio del planeta

El Porfiriato | porfiriatosite

La electricidad no solo iluminaba, gracias a ella era posible desvelarse, conversar sin miedo a que las velas se acabaran, irse de parranda a los lugares que estaban más que aluzados y, de pilón, ir a dar la vuelta a las plazas o entrar a los grandes almacenes. Incluso, una de las maneras de divertirse quedó profundamente vinculada con la nueva energía: el cine que, en tiempos de don Porfirio asistió al nacimiento del primer templo para las películas. El Salón Rojo que tenía la primera escalera eléctrica que se montó en la Ciudad de México. Si la gente iba por las pelis o a treparse a ese armatoste era lo de menos. Fuera como fuera, la luz era la ganona.

También te puede interesar:  ¿Quiénes acompañan a Esteban Arce en su programa?

El primer cine capitalino y el primero con escaleras eléctricas | El  Universal

Comentarios