Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos con sede en Londres, más de 290 mil personas han muerto en Siria desde el 2011. Por ello, que en el 2013, un grupo de voluntarios de la sociedad civil, decidió salir a las calles, ayudar a las víctimas y rescatar bombardeo tras bombardeo, a todos los heridos.
«Cascos Blancos» (White Helmets) es un grupo de 2980 voluntarios protagonistas del documental ganador en la octogésimo novena entrega del Oscar y que a lo largo de sus 44 minutos de duración, es capaz de transportarnos a la cruda realidad que día a día se vive en Siria.
A través del documental podemos tener un acercamiento a la vida diaria de estos voluntarios, desde que se despiden de sus familias y acuden a un campamento de capacitación en Turquía donde les enseñarán algunas tácticas básicas de supervivencia.
Luego, los voluntarios, regresan a Siria, en donde su misión, no es otra más que seguir los bombardeos del régimen en contra de civiles y acudir en su ayuda para rescatar sobrevivientes de entre los escombros.
El objetivo de estos hombres es salvar vidas y sobrevivir en una guerra real, no se trata de ningún videojuego o competencia televisiva.
Los Cascos Blancos han salvado a más de 62 mil personas, pero también han perdido a 145 voluntarios.
Muchos consideran que su labor merece ya al menos el Premio Nobel de La Paz. Y es que además de rescatar sobrevivientes, los Cascos Blancos cumplen una segunda misión, al ayudar a organizaciones como Humans Right Watch, a registrar el tipo de armas utilizadas en la guerra siria.
Con información de Sopitas