El presidente Andrés Manuel López Obrador alzó su mano el lunes para aplicarse el primero en México la vacuna rusa contra el COVID-19 si se demuestra que es efectiva, argumentando que en la carrera para garantizar la salud del pueblo no hay espacio para las ideologías.
México y Argentina anunciaron la semana pasada un acuerdo con farmacéuticas de ambas naciones para producir de forma conjunta la vacuna que desarrollan la compañía AstraZeneca y la Universidad de Oxford, cuya producción comenzaría en el primer trimestre de 2021.
«Si vemos que da resultados, que es eficaz, establecemos comunicación, y si hay disponibilidad (…) yo sería el primero en dejar vacunarme», dijo el mandatario sobre la vacuna rusa. «En este asunto tan importante no debe haber ideologías. Hay desde luego ideas, pero la salud es primero», añadió.
Además del acuerdo con AstraZeneca, México ha pactado albergar ensayos en fase III de los productos que elaboran la francesa Sanofi, la estadounidense Janssen Pharmaceuticals, filial de Johnson & Johnson, y las chinas Walvax Biotechnology Co Ltd y CanSino Biologics Inc.
Información de Reuters