Terry Gou, presidente de Foxconn, la empresa que fabrica los iPhones de Apple, le envió una carta dando lecciones a Donald Trump, para hablar sobre la opción de fabricar smartphones en Estados Unidos:
Estimado Sr. Trump: Usted no me conoce, pero soy Terry Gou, el hombre que fabrica su iPhone.
Ante todo, quiero felicitarlo por la elección. Su victoria me llevó a considerar la posibilidad de presentarme como candidato. La próxima vez que usted hable con el presidente de Taiwán, al otro extremo de la línea podría estar yo.
Usted y yo tenemos muchísimo en común. Los dos somos multimillonarios (aunque yo soy más rico), a los dos nos gusta construir cosas, los dos estamos casados con espléndidas mujeres más jóvenes, los dos odiamos Wall Street.
Como sé que usted viene diciendo a sus electores que creará montones de empleos, quiero darle algunos consejos. Primero, no necesita realmente crear empleos, simplemente tiene que hacerle pensar a la gente que los creará. Estoy seguro de que es un concepto que le resulta familiar.
En realidad, puedo ayudarle con eso. Si miramos a Brasil, Indonesia, India y media docena de provincias chinas, verá que mi trabajo habla por sí mismo.
Tomemos Indonesia, uno de mis logros más enorgullecedores. No, no armé ni un solo iPhone allí y es muy probable que no lo haga nunca. Durante discusiones a puerta cerrada, se permitieron creer que yo podría invertir 10 mil millones de dólares en una fábrica de telefonía móvil. No es culpa mía que algún político excesivamente entusiasta, ansioso por dar lustre a su reputación de líder emprendedor, haya hablado con los medios.
Lo único que debo hacer es plantear mis exigencias y observar mientras los burócratas y políticos discuten si estoy a su alcance o si corren el riesgo de no cumplir con una promesa de campaña.
Es ahí donde usted y yo tenemos que hablar. Me enteré de que ha estado diciendo que obligará a Apple a fabricar cosas en Estados Unidos. Bueno, mire, Tim Cook no fábrica cosas, yo sí. De hecho, me generaron ingresos de 75 mil millones de dólares el año pasado.
Soy una persona que hace, Sr. Trump. Me encargo de que las cosas se hagan. Cuando Apple me dijo que comenzara a fabricar iPhones en Brasil para eludir los aranceles de importación, lo hice realidad. Eso sí, no generó mucho empleo porque yo simplemente exporté iPhones prefabricados para que los armaran en el lugar -una especie de Lego- pero el trabajo se hizo. Y por trabajo, me refiero a que mantuvo a los dirigentes de Apple y de Brasil contentos. ¿Y quién cree que lo pagó? Yo no.
Si usted quiere que los iPhones se fabriquen en Estados Unidos, también puedo hacerlo. Diablos, puedo montar una línea de producción en las Trump Towers si quiere, pero los costos serán ¡enormes! Tengo que cubrir mis gastos, que incluyen fábricas, mano de obra y transporte. Sabe, no fabrico en China solamente porque es más barato, sino porque miles de proveedores están allí, a un paso de mis fábricas y el millón de personas que empleo durante la temporada pico.
Puedo desplegar más robots en los Estados Unidos, por supuesto, pero entrenarlos puede llevar meses mientras que los humanos aprenden en unas horas. Además, más robots significan menos empleos.
Aumentar sus aranceles de importación no cambiará demasiado la ecuación pero si me da exenciones impositivas, subsidios para contratar trabajadores, electricidad barata y terreno gratis, estoy seguro de que podemos llegar a algún arreglo. Hágame saber qué números quiere tuitear, y yo lo cubro.
Pero recuerde: igual que con el muro que planea construir, alguien tendrá que pagar. Y permítame decirle que no seré yo.
Atentamente, Terry Gou, presidente de Foxconn Technology Group
Con información de El Financiero