Una historia de detenciones en el extranjero

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Por: Emerio Anaya 

Era el año de 1915, el expresidente Victoriano Huerta se encontraba rumbo al poblado de Newman, Nuevo México; ahí se encontraría con el general Pascual Orozco y otros mexicanos ansiosos de regresar a su patria e intentar combatir la revolución. No obstante, tales esperanzas de armar un movimiento contrarrevolucionario se desvanecieron cuando Huerta fue arrestado por el gobierno estadounidense.

Regresar a México con las manos arriba, para un sujeto como él, significaba su fin, ya que sería juzgado conforme al la ley del 25 de enero de 1862 y sentenciado a la pena de muerte. Para su corta fortuna terminó detenido en Estados Unidos (EU), donde falleció tan solo un año después, el 13 de enero de 1916.



Esa es solo la historia de un sujeto cuyo nombre es parte de una larga lista de mexicanos con trayectoria política o militar, ambas en este caso, que han sido arrestados en el extranjero. No hay que olvidarse del ‘Negro’ Durazo, entonces jefe del Departamento de Policía y Tránsito del Distrito Federal, quien fue detenido en 1984 por el FBI en Puerto Rico, bajo los cargos de corrupción y posteriormente extraditado a México en 1986, donde estuvo encarcelado ocho años.

En la actualidad, y con contextos diferentes, el listado sigue aumentando; ahora con nombres como César Duarte, Javier Duarte, Genaro García Luna, Emilio Lozoya y el más reciente Salvador Cienfuegos. Todos estos personajes fueron arrestados fuera del país.



El porvenir de cada uno varió según el gobierno en turno, la subjetiva manera de emplear la justicia en México y la determinación del gobierno estadounidense de juzgar desde su jurisdicción a ciertos individuos. Si hace más de cien años Huerta fue sujeto a la ley de EU, en la actualidad los mexicanos que pasaron por la misma desventura en el extranjero tuvieron más opciones al enfrentar la justicia, y para unos más afortunados, la impunidad fue una de ellas.

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