Para el titular de la Contraloría General de la Ciudad de México, cambiar el flagelo de la corrupción «requiere por lo menos 40 años». Eduardo Rovelo Pico, admitió que nunca se va a erradicar, «sólo lo puedes mantener en niveles tolerables, pero jamás lo puedes eliminar, pues es consustancial a la sociedad.»
Rovelo Pico señaló que las autoridades capitalinas trabajan en un nuevo sistema anticorrupción de la Ciudad de México, que entrará en vigor en marzo de 2018, para el cual, «se requiere de la participación ciudadana, así como de presupuesto y voluntad política, pues de lo contrario no va a servir.»
El funcionario sostiene que «el marco jurídico es muy importante, pero no suficiente, pues la corrupción es un problema estructural y social, que requiere de la corresponsabilidad ciudadana y un entendimiento pleno de que se quiere transformar el statu quo en que se mantiene el fenómeno. Es un hecho social que radica en la desigualdad y está introyectado en el sistema. Generaciones vienen y van y el fenómeno allí está, porque el concepto de corrupción es amplio, se vislumbra desde distintos enfoques: antropológico, biológico, psicológico, jurídico, administrativo y político.»
Por esto, Rovelo Pico señaló que el nuevo sistema anticorrupción implica crear nuevas instituciones, que más que un proceso burocrático permitirá articular a todos los entes involucrados en esta tarea, para lo cual se requiere de presupuesto y voluntad política. En el proyecto participarán, la Auditoría Superior, la Asamblea Legislativa, la Consejería Jurídica y de Servicios Legales, la Procuraduría General de Justicia, el Instituto de Acceso a la Información Pública y el Tribunal de la Contencioso Administrativo capitalinos.
Con información de La Jornada