Con la recomendación oficial del Consejo de Seguridad, el ex primer ministro portugués António Gutierres se perfila como el nuevo secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), puesto que ocuparía a partir de enero de 2017.
La recomendación fue anunciada tras una reunión privada con los quince miembros del consejo. Ahora, la decisión será de la Asamblea General.
“Era el mejor candidato disponible”, sostuvo el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, quien hizo el anuncio ante medios donde agregó que la designación de Guterres fue por aclamación.
Guterres fue director de la Agencia de Refugiados de la ONU (ACNUR) de 2005 a 2015; de ahí que su labor lo ubicara como el favorito de los aspirantes.
El ingeniero António Gutierres nació en 1949 en Lisboa, Portugal. Además, entre 1968 y 1972, cursó estudios en Economía mientras era el titular del Centro de Acción Social Universitario y vicepresidente fundador de la Asociación Portuguesa de Defensa del Consumidor.
Ingresó al mundo de la política en 1974 luego de unirse al Partido Socialista en su país, esto al iniciarse la Revolución de los Claveles. Ahí trabajó como coordinador de la Federación de Lisboa, y desde 1976 fue el asesor de las campañas legislativas.
Entre 1974 y 1979, fue jefe de gabinete de la Secretaría de Estado de Industria, adjunto del ministro de finanzas y miembro de la comisión que permitió la entrada de Portugal en las Comunidades Europeas. Hasta 1992 se convirtió el líder su partido, así como vicepresidente de la Internacional Socialista.
Fue el primer ministro de Portugal en 1995, y permaneció en el puesto hasta 2002. Es católico practicante, y se volvió a casa luego de que su primera mujer falleció por cáncer; además tiene dos hijos.
Mientras estuvo al cargo de la ACNUR, trabajó en la reducción de costos de la agencia con mejores resultados a través de la reestructuración más grande desde la Segunda Guerra Mundial.
Al postularse al cargo, Guterres escribió sobre los desafíos mundiales en términos de desigualdad, terrorismo, crimen organizado, así como por el cambio climático y el aumento de actores armados.
“Las personas que necesitan protección no están recibiendo suficiente. Los más vulnerables, como las mujeres y los niños, son una prioridad absoluta. Debemos asegurarnos de que cuando alguien vea la bandera azul, él o ella pueda decir ‘esto protegido’…”, menciona su postulación.
Con información de EFE, CNN y Milenio