Nuestros pueblos indígenas representan parte de la diversidad cultural más rica de nuestro país. Paradójicamente, si bien sus raíces se encuentran profundamente asentadas en las tierras en donde se originaron hace siglos, también es uno de los sectores sociales más desfavorecidos.
Por esta razón y para concientizar a aquellos gobiernos que con frecuencia ignoran a este importante sector poblacional, la Organización de las Naciones Unidas estableció el 9 de agosto como el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. De esta manera, desde 1994, nuestro país ha participado en los diversos espacios y proyectos que en el organismo internacional se han aprobado.
Y es que como sociedad mexicana le debemos mucho a nuestros pueblos originarios, más allá del respeto que nos insufla su cosmovisión que ha moldeado mucho de lo que somos hoy. En retribución, tanto gobierno como sociedad, podemos impulsar el desarrollo de los 68 pueblos indígenas que existen en México actualmente.
La necesidad de generar políticas públicas económicas y culturales para impulsar el desarrollo de esos 11 millones 132 mil 562 habitantes es urgente, pues de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), cerca del 70 por ciento de ellos viven en pobreza.
La cultura y sociedad indígena nos demuestra que se puede vivir contra toda adversidad y permanecer pese a los embates del tiempo y la pobreza, pero esto no tiene por qué continuar así, sino que se debe impulsar todo el potencial de los pueblos originarios para generar desarrollo económico en beneficio de sus localidades.
Si observamos la riqueza de la cultura indígena, su gastronomía, tradiciones y artesanías, y lo que han significado para el turismo en nuestro país, podremos entender que es uno de los motores de nuestra economía que, de ser aprovechada, les podría dar otro rostro a sus comunidades y a nuestro país ante los ojos del mundo.
Eso ya es aprovechado por diversas comunidades indígenas que, asociadas con empresas comunitarias, se han unido para ofertar sus productos o servicios dirigidos al turismo. Un ejemplo es la Red Indígena de Turismo de México A.C., que busca dar impulso a la profesionalización y posicionamiento de toda una oferta de bienes, productos y servicios de sus socios.
La cuestión es darles el lugar que merecen en los planes de desarrollo local y nacional, para que nuestra cultura de origen sea reproducida dependiendo de la historia de cada una de las comunidades y su contexto.
Más allá de celebraciones, lo que el Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo busca hacer es enfatizar la importancia de proteger a los pueblos más marginados, cuyos derechos son ignorados constantemente alrededor del mundo.
Las culturas indígenas del mundo mantienen una estrecha relación con el medio ambiente que los rodea, por lo que su forma de vida va de la mano con la preservación natural. Quizá hoy es un buen día para comenzar a alzar la voz por los que son ignorados y así reconocer un patrimonio cuyas raíces están arraigadas en un mundo espiritual y natural cuyas proporciones apenas comenzamos a discernir. Este día entonces se vuelve una especie de recordatorio para todos nosotros, de hoy en adelante debemos celebrar, revalorizar y conservar la diversidad cultural de pueblos cuyos conocimientos milenarios son invaluables tesoros de la humanidad. Es mi opinión…