Las respuestas no están en la literatura: Abdulrazak Gurnah

Recientes

Sinaloa se blinda: 600 nuevas cámaras, 100 patrullas y refuerzo federal contra la violencia

El Gobierno Federal reforzará la seguridad en el estado de Sinaloa con una ambiciosa estrategia que incluye la llegada de 500 elementos adicionales, 100 nuev...

¡Harry Potter regresa a la pantalla! Inicia el rodaje de la nueva serie con nuevo protagonista

El universo mágico de Harry Potter vuelve a cobrar vida. Este lunes comenzó oficialmente el rodaje de la nueva serie basada en la exitosa saga literaria de J...

En el mundo, trastornos mentales afectan más a mujeres: Medina-Mora

La universitaria participó en un estudio en la materia en la Universidad de Harvard. Recordó que la plataforma UNAM Acción Migrante tiene un apartado de Salu...

INE clona con IA la voz de Pepe Lavat y desata protesta del gremio artístico

Viuda de Lavat denuncia al INE por usar su voz sin permiso. Actores, locutores y creativos exigen leyes que protejan su identidad ante el avance de la inteli...

Hay perros optimistas y perros pesimistas: Bistre Dabbah

Dio a conocer los resultados de una investigación realizada en ejemplares dedicados a la detección de enfermedades. Sus conclusiones revelan que en su labor ...

Compartir

No debemos pedirle demasiado a la literatura, no se le puede exigir la solución de nuestros problemas, eso sería una fantasía, porque las respuestas no están ahí, señaló Abdulrazak Gurnah.

El Premio Nobel de Literatura 2021 conversó con Anel Pérez, directora del Centro de Enseñanza para Extranjeros (CEPE); el poeta César Cañedo; y el profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, Mario Murgia.

En las obras literarias, agregó, no encontraremos las respuestas de cómo mejorar a la sociedad o entender a la gente. Hay que darle vuelta a la pregunta: ¿cómo puede la literatura enriquecer nuestras vidas? Indicó que los escritores dicen qué hacer para progresar. La literatura genera pensamientos, reflexiones.

Después de la lectura siempre entendemos algo nuevo, reflexionó el autor de Paraíso. “Nos llega un mensaje. Puede ser algo que está perfectamente expresado, aunque sea algo que ya sabíamos, pero no podíamos manifestarlo así”.

El camino de la escritura

Cuando Abdulrazak Gurnah leyó Ana Karenina, de León Tolstói, se puso a llorar, “porque me mostró el poder de la literatura. Yo no sabía en realidad nada de Rusia, pero realmente me movió esa obra”. Tenía 13 años y estaba de visita en la casa de su tío que vivía en Mombasa, Kenia. “No sabía que era un libro famoso, pero empecé a leer y entendí lo que pude”.

También te puede interesar:  En un mundo convulso, la educación, los libros, el arte y la ciencia son asideros de esperanza: Rector Lomelí

Gurnah decidió tomar el camino de la escritura cuando tenía veintitantos años. “Mucha gente escribe, pero también estaba pensando, en ese momento, hacerlo para que otros lean, narrar cosas que otros iban a ver. Leí mucho en ese periodo de mi vida. Y pensé que me gustaría también trabajar en la docencia; estas dos posibilidades no eran algo completamente nuevo para mí, pero en ese momento se hizo más concreto lo de escribir ficción y ser profesor”.

No se trataba de hallar un equilibrio, “era más bien encontrar el tiempo para cada actividad. Cuando fui profesor se complicaron las cosas, porque ya tenía responsabilidades académicas: dar clases, asistir a reuniones. Entonces ahí me sentí un poco más incómodo”.

El poeta César Cañedo le preguntó: ¿cómo decidió empezar a publicar?, ¿cómo escogió su visión? Abdulrazak Gurnah respondió que escribe con la destreza que tiene.

“No sé si se adquiere, se pule. Pero quiero pensar en una analogía de un pintor, un artista, y en cómo decide el tamaño del cuadro que pintará, por ejemplo. Hace dibujos antes, pero ya está circunscrito, y uno sabe cuándo se acerca al fin, a completar el trabajo. Pero es complicado, no es algo racional, algo que puedas trabajar en un pizarrón. Voy escribiendo, sé que este es el camino y empiezo a ver el fin de eso, y ya que me voy acercando, tengo esa convicción más fuerte, y digo: ‘aquí me detengo’”.

También te puede interesar:  El teatro nos revela quiénes somos

Gurnah estudió también dramaturgia, intentó con obras de teatro, pero le frustró mucho que otros interpretaran sus palabras. El teatro requiere de colaboración, “y en realidad eso no era para mí. En la ficción yo estaba a cargo de lo que decía, y tal vez no iba a tener éxito, pero era lo que yo veía, entendía y escribía”.

Para Anel Pérez es fundamental tener a un escritor como Abdulrazak Gurnah que “cuestione los conceptos de extranjería, migrante, refugiado; de cuál es el papel que desempeñarán las lenguas en los procesos de colonización y de descolonización”.

Mario Murgia afirmó, en entrevista, que Gurnah “es un novelista excepcionalmente evocador y sensible: su prosa manifiesta una percepción del entorno –sea este propio o ajeno– en verdad puntual, incluso en sus cuentos más breves.

Esto redunda en relatos que, sin caer en los lugares comunes de muchos textos que construyen ficciones a partir de temas tan delicados como el colonialismo europeo, resultan cautivadores tanto por sus virtudes literarias como por la puntualidad de sus observaciones.

El público lector de la UNAM, sin duda, puede aprender mucho de los enfoques interpretativos de Gurnah en el ámbito de las letras”.

Comentarios