Para su funcionamiento, el Tren Maya utilizará diesel, pese a la futura complicación que pueda representar ya que la industria petrolera no produce, ni generaría el suficiente combustible de este tipo.
El tren, representa uno de los proyectos insignia del presidente Andrés Manuel López Obrador, y será erigido con unos 6,300 millones de dólares (mdd) sobre parte de una vía ya existente y recorrerá unos 1,500 kilómetros desde la zona arqueológica de Palenque, en Chiapas, hasta la turística Cancún, en la Península de Yucatán.
En abril, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo anunció que la propuesta de la mexicana CICSA y la española FCC, controladas por Slim, fue la que mayor puntuación obtuvo en el concurso para construir el tramo ferroviario de 235 kilómetros, de las localidades de Escárcega a Calkiní, Campeche. El consorcio ofreció 18,553 mdp (778 millones de dólares), incluyendo impuestos, para construir el segundo tramo.
Por su parte, Azvi ofreció 10,193 mdp (unos 425 millones de dólares) para construir el tercer ramal. A mediados de mayo, se informó que ganó una licitación para construir el tercer tramo del Tren Maya.
Con información de El Universal