El lunes, Gregorio Avendaño, hombre con síntomas de hongo negro, murió en el Centro Médico Nacional La Raza, en Ciudad de México (CDMX). De acuerdo con declaraciones a medios de los familiares del hombre, el deceso se debió a Mucormicosis Rinocerebral.
El paciente padecía diabetes desde hacía nueve años y había sido reportado como grave desde que salió del Hospital de Zona, número 71, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Chalco, al que ingresó el 29 de mayo, cuando presentó parálisis facial, niveles de azúcar alta y anorexia, tras superar la COVID-19.
Además, se le formó una mancha color negra cerca del ojo, que para el lunes 31 de mayo un médico otorrinolaringólogo catalogó como un caso de mucormicosis, conocido como hongo negro. Por ello, requería entrar en cirugía inmediata; sin embargo, fue trasladado hasta el jueves 3 a La Raza, donde le fue extirpado el ojo izquierdo, parte de las fosas nasales y el paladar.
Hace una semana, el subsecretario Hugo López-Gatell indicó que el «hongo negro o mucormicosis es una infección agresiva y oportunista en personas con inmunosupresión grave».
Agregó que la COVID-19 «no necesariamente aumenta el riesgo de mucormicosis, pero el uso excesivo de esteroides para el tratamiento puede ser la causa de que pacientes con el virus SARS-CoV-2 tengan esta infección».