La filial en California del banco holandés Rabobank admitió este miércoles que su deficiente programa antilavado de dinero permitió que cientos de millones de dólares en efectivo imposible de rastrear y con origen en México fueran depositados en sucursales rurales de Imperial County, para luego ser transferidos vía electrónica, cheque y efectivo sin la debida notificación al gobierno federal.
Tras presentarse ante la jueza Jill L. Burkhardt y declararse culpable, Rabobank deberá pagar 368 millones 701 mil 259 dólares por haber permitido que fondos ilícitos fueran procesados a través del banco sin una adecuada revisión, informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos en un comunicado de prensa.
“Cuando Rabobank supo que un número considerable de las transacciones de sus clientes podían indicar narcotráfico internacional, crimen organizado y lavado de dinero, decidió voltear hacia otro lado y cubrir su deficiente programa antilavado de dinero”, dijo el asistente del fiscal general, John P. Cronan. “Peor aún”, añadió, “Rabobank tomó acciones para obstruir una revisión por parte de los reguladores en torno a esas deficiencias”.
De acuerdo con documentos de la Corte, Rabobank recibió de forma regular alertas de transacciones de clientes de “alto riesgo” o que eran transferidas a través de cuentas estimadas de “alto riesgo”. Estos clientes y cuentas de “alto riesgo” incluían aquellas controladas y administradas por negocios mexicanos, extranjeros no residentes y titulares de cuenta quienes transfirieron cientos de millones de dólares en efectivo imposible de rastrear, con origen en México.
Con información de Aristegui Noticias