El arte, fiel reflejo de la situación social, ha sido víctima de las catástrofes históricas —las guerras, el clima, los robos y el mercado negro— los cuales significan una perdida en la huella histórica del ADN de nuestra civilización. Por este motivo y en el marco del XXV Aniversario de la Galería Oscar Román, un grupo de 30 artistas convocados por el galerista Oscar Román, se han dan a la tarea de rendir tributo a estas piezas, dándoles nueva vida en la exhibición Fénix; nombre que se le otorga a esta muestra que nace de las cenizas, para contemplar lo que un día quedo perdió en el tiempo.
Las grandes obras perdidas, son ahora mitos en la sique social que formaran parte no solo como pieza artística, sino que, sus historias de perdida y destrucción formaran parte también de su propia identidad.
Entre las obras más importantes reconstruidas en esta muestra se encuentra Leda de Gustav Klimt. Esta pieza fue quemada en el Castillo Immendorf en 1945, durante la segunda guerra en Viena, este castillo fue utilizado para resguardar las obras que formaban parte de la Galería Moderna de Viena. Estas medidas fueron tomadas ante los bombardeos aliados. Las tropas de la SS tomaron la decisión de quemar el castillo con todas las obras escondidas en él para evitar que cayeran en manos enemigas. Por desgracia, actualmente sólo se conserva el material fotográfico de este lienzo, convirtiéndose en una más de los hitos históricos de la evolución pictórica de Klimt.
Otro caso sumamente intrigante fue el del robo al Museo Isabella Stewart Gardner, localizado en un palacio veneciano en la ciudad de Boston. La señora Stewart Gardner dispuso sus 2.500 obras en esta maravilla inmobiliaria, que se convertiría en una de las atracciones turísticas de la cuidad. Entre las obras robadas de la colección, se encuentran: El concierto; uno de los 34 cuadros que se conservan de Vermeer, tres obras de Rembrandt, cinco de Degas, una de Manet, otra de Govaert Flinck. Poniendo este robo como el más importante en la historia del arte.
El arte mexicano no fue la excepción, tenemos el bien conocido caso de La mesa herida, obra de la artista Frida Kahlo, considera como una de las pinturas mejor valuada en el mercado en consecuencia de su extravió. Por mucho tiempo, estudiosos de la obra de Kahlo, han buscado exhaustivamente la pintura de modo infructuoso. La obra salió de México y se entregó a la Unión Soviética pero jamás regreso a nuestro país.
Para Jane Burton, directora creativa de Tate Media, el reto de la reconstrucción de obras destruidas, es contar las historias de algunos objetos de los que apenas quedan nada más que fotos de mala calidad. «El resultado que se ha conseguido por este medio es una nueva forma de ver el arte”.