La semana pasada fuimos testigos de cómo el Presidente Enrique Peña Nieto dio la bienvenida a 135 deportados de Estados Unidos, y aunque en su mensaje se mostró seguro de que el Gobierno está haciendo todo lo posible para trabajar en defensa de los connacionales en el vecino país del norte, también aclaró que dichas deportaciones no obedecen a las políticas migratorias recién modificadas en aquella nación.
De acuerdo con el Boletín Estadístico Mensual del Instituto Nacional de Migración (INM) en enero de 2017 fueron repatriados 13 mil mexicanos, cuando la cifra de 2016 (en el gobierno de Barack Obama) fue de 14 mil 212 personas.
Para abonar al asunto, el Servicio de inmigración y aduanas de los Estados Unidos (ICE) aseguró que las redadas que se están reportando en redes sociales no son más que “operaciones de rutina”. Así que, con el sello de la casa, no tuvieron empacho en señalar que las noticias en las que se denuncia que han aumentado los puntos de control y redadas contra migrantes son “falsas, peligrosas e irresponsables”, y sólo ponen en peligro innecesario a los agentes de migración, además de generar pánico masivo.
Pero cómo no quieren que la comunidad migrante que radica en Estados Unidos se alarme, si la semana pasada los medios reportaron que en seis estados de la unión americana se detuvo y regresó a sus países de origen a por lo menos 350 personas. Todo conforme a la orden ejecutiva firmada por Trump el pasado 25 de enero.
El mismo Trump vociferó en la comodidad de Twitter que el aumento de las redadas para detener indocumentados respondía a sus promesas de campaña y posteriormente aseguró que la mayoría de los deportados son miembros de grupos delictivos y con antecedentes penales.
Y es que una de las promesas de campaña del actual presidente norteamericano fue la de deportar a 11 millones de inmigrantes indocumentados que actualmente viven en Estados Unidos. Una cifra que nos parece imposible, tomando en cuenta que su predecesor, Barack Obama, sólo pudo con 2.8 millones en ocho años de mandato. Aunque mejor no hay que retarlo…
De continuar con su ritmo de 350 por semana, al año apenas estaría regresando a poco más de 18 mil migrantes; es decir, aproximadamente 145 mil si su gestión llegara a durar ocho años.
Si bien es cierto que en los últimos tres años, tras el lanzamiento del programa “Somos Mexicanos”, se ha logrado una repatriación humana y ordenada para los migrantes mexicanos, se puede observar en sus rostros el halo de derrota e incertidumbre al volver a su país con las manos vacías. Eso es algo que podrían experimentar al menos 3 millones de indocumentados que se encuentran en aquél país en busca de mejores oportunidades.
Según lo dicho por el presidente Enrique Peña Nieto, frente a 135 mexicanos repatriados la semana pasada, “México es una tierra de oportunidades”, pero en su momento no las hallaron aquellos que salieron del país y que ahora escuchan la frase del mandatario mexicano con recelo. ¿Hallarán pronto su oportunidad en la tierra que los vio nacer? ¿En qué sectores están las oportunidades para los migrantes?
De acuerdo con el programa “Somos Mexicanos”, a los repatriados se les facilita el acceso a programas y acciones de apoyo y se les realiza un diagnóstico sobre sus necesidades. Falta dar lugar a que desarrollen su potencial en todos los ámbitos, tanto académico como laboral, y demostrar que México tiene los espacios necesarios para recibir a nuestros compatriotas, asegurando un futuro que fueron a buscar a otro país pero que finalmente lo hallarán en el propio. Que para ellos ese mal llamado Trump sea sólo una piedra menor en el camino y no el gran muro que quiere parecer. Es mi opinión…