“El Puma” y “Justo Sierra”, estratégicos en estudios de fenómenos marinos en México

Recientes

Los Obama respaldan a Kamala Harris

El viernes, el expresidente Barack Obama respaldó públicamente la campaña de la vicepresidenta Kamala Harris para la nominación presidencial demócrata, otorg...

México desmiente participación en detención de «El Mayo» Zambada

La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana de México, Rosa Icela Rodríguez, confirmó en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obr...

Manifestantes destrozan instalaciones del CCH: UNAM condena el acto

La UNAM ha emitido un comunicado tras el siniestro ocurrido en la Dirección General del CCH. Afortunadamente, el incidente fue controlado sin que se registra...

Kamala Harris: La favorita de Silicon Valley para 2024

Con la vicepresidenta Kamala Harris emergiendo como la principal candidata del Partido Demócrata para las elecciones presidenciales de 2024, la industria tec...

Charlotte Dujardin expulsada de los Juegos Olímpicos

La tres veces medallista de oro olímpica, Charlotte Dujardin, se encuentra en el centro de una polémica tras ser exhibida en un video dándole latigazos a un...

Compartir

Vigilantes de las dos regiones marinas que custodian la tierra firme de México, los buques oceanográficos de la UNAM “El Puma” y “Justo Sierra” están equipados para realizar investigación científica marina y posibilitan la recolección de muestras, información y análisis inéditos para enfrentar el reto de conocer las aguas que rodean al país.

“El Puma”, que se construyó e inició operaciones de 1981 a 1982, se ubica en Mazatlán, Sinaloa, del lado del Océano Pacífico, una amplia zona que incluye los golfos de California y Tehuantepec, recordó la investigadora del Instituto de Geofísica (IGf) y titular de la Coordinación de Plataformas Oceanográficas (COPO) de la UNAM, Ligia Pérez Cruz.

Del otro lado del mapa está el “Justo Sierra”, que tiene su base en Tuxpan, Veracruz, el cual se construyó y comenzó funciones de 1982 a 1983 en el Océano Atlántico, región que se suma al Golfo de México y al Mar Caribe.

El desafío es mayúsculo: indagar los mares de una nación que cuenta con una superficie oceánica mayor (65 por ciento) que terrestre (35 por ciento), según datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).

También te puede interesar:  Crean universitarios estómago artificial que imita funciones del órgano humano

La ubicación geográfica estratégica entre dos vertientes marinas permite explicar la vasta diversidad biológica y ecosistémica que reúne una gama de recursos y ecosistemas que, en términos de litorales y superficie, confiere a México el lugar 12 entre las naciones mejor dotadas del mundo. Administrativamente se reconocen dos regiones: el mar territorial y su zona económica exclusiva, se lee en la página electrónica de la dependencia federal.

Para estudiarlos, desde hace más de cuatro décadas “El Puma” y “Justo Sierra” han navegado 5,096 y 5,316 días, respectivamente, informó Pérez Cruz. “El océano abarca más del 70 por ciento de la superficie de la Tierra, con profundidades de casi 11 mil metros. Su papel es esencial en la regulación del clima, por su gran capacidad calorífica”.

Al ofrecer la conferencia Los buques oceanográficos de la UNAM: su papel en el desarrollo de la investigación científica marina en México, realizada en el auditorio Ricardo Monges López, del IGf, la científica experta en paleoclima puntualizó que en el océano y fondo marino ocurren diversos procedimientos que afectan al sistema terrestre.

“Los procesos geológicos, físicos, biológicos y químicos interactúan e influyen en el sistema climático, así como en diversos ciclos, como el ciclo global del carbono, y dan lugar a sistemas biológicos únicos. Es importante conocerlos para entender la importancia del océano y el lecho marino en el sistema terrestre, que al mismo tiempo sirva para proporcionar información en beneficio de la sociedad”, destacó.

También te puede interesar:  Ofrece Yunuen Tapia Torres trabajo incluyente

Pérez Cruz dijo que los océanos albergan la biomasa que alimenta a miles de millones de personas en el mundo; además, son el medio de importantes rutas para el comercio, recreación y defensa nacional.

En tanto, las rocas y sedimentos que tapizan el fondo oceánico son registros de la evolución de la Tierra y del clima; también se encuentran vestigios arqueológicos de la civilización humana.

La científica apuntó que el trabajo en los buques ayuda a investigar sobre el control del clima, pesquerías, registros de evolución de la Tierra, arqueología marina, condiciones ambientales y circulación oceánica, entre otros temas de relevancia, así como a colaborar con Petróleos Mexicanos y la Secretaría de Marina, por ejemplo.

“El Puma” y “Justo Sierra” han realizado, cada uno, 378 campañas de investigación en altamar y recorrido, por separado, más de 700,000 millas náuticas.

Comentarios