En Italia, Lorena Quaranta, doctora de 27 años, fue asesinada por su novio luego de que éste la acusara de haberlo contagiado de COVID-19.
De acuerdo con medios locales, Antonio de Pace, enfermero, estranguló a la joven hasta matarla. El sujeto habría explicado que el homicidio fue motivado porque ella le contagió el virus, cuando lo arrestaron.
Sin embargo, la fiscalía descubrió que la pareja dijo negativo en la prueba. Ambos trabajaban en un hospital de Sicilia.
La policía halló muerta a Lorena y a Antonio en el suelo, con las muñecas cortadas, pero sus colegas médicos no lo dejaron morir.
«Ahora más que nunca necesitamos demostrar responsabilidad y amor por la vida», había escrito la víctima en sus redes sociales, en medio de la pandemia que enfrentaba desde su labor profesional. «Deben pensar y recordar a aquellos que dedican sus vidas diariamente a cuidar a nuestros enfermos”, agregó.