Londres, París, Nueva York o Milán son auténticas “catwalks” por la que desfilan mujeres con looks estudiados al detalle, que se convierten en iconos de moda y dictan las tendencias actuales en la compleja industria textil.
El fenómeno Streetstyles ha revolucionado el mundo de la moda. Si tuviésemos que fijar una fecha de arranque, podríamos remitirnos al año 2006, cuando Olivia Palermo, una adolescente de clase alta del Upper East Side neoyorquino, fue descubierta por el fotógrafo Patrick McMullan. Su fisonomía aniñada, su manera de combinar la ropa y su estilo preppy pronto captaron la atención del mítico fotógrafo Scott Schuman, un cazatalentos de celebridades y el máximo responsable de “The Sartorialist”, el blog considerado como «la Biblia de la moda en la calle”. De hecho, Scott Schuman es una de las 100 personas más influyentes en el mundo del diseño y la moda, según el Times.
Olivia Palermo se convirtió en icono de moda internacional, haciendo de sí misma su profesión. Cuenta con su propio blog de estilismo, cobra por asistir a eventos y desfiles, y ha protagonizado importantes campañas publicitarias (Rochas, Hogan y Mango).
Olivia sirvió de imagen inspiracional a otras jóvenes, surgiendo así nuevos iconos fashionistas como Alexa Chung o Poppy Delevingne. En paralelo se desató el fenómeno ego-blogger: jóvenes que, en lugar de esperar a que un fotógrafo se fije en ellas en eventos o en los alrededores de las pasarelas, decidieron hacerse fotos a sí mismas y publicarlas en sus blogs. Así nacieron bloggers como Chiara Ferragni o Hanneli Mustaparta, que tienen incluso representante, elevándose a categoría de celebrities o “it girls” del momento.
La prestigiosa periodista de moda Suzy Menkes escribía, a raíz de la París Fashion Week de 2013, un artículo en el New York Times que titulaba “El Circo de la Moda”. En él describía el ambiente que rodea a las grandes pasarelas mundiales, como una jungla en la que los streetstylers hacen guardia alrededor de los desfiles, con sus looks estudiados al detalle, a la espera de una fotografía que los convierta en celebridades.
Las marcas entran al juego, ya que son conscientes de que el fenómeno Streetstyles es la herramienta perfecta para vender haciendo buen uso de las redes sociales, por lo que les resulta mucho más rentable, en términos de marketing digital, invertir en personas que en productos. De hecho, hay una empresa llamada Usercute, que asegura ser capaz de convertir a una persona anónima en un icono mediático de moda, por lo que estamos en un momento de mercantilización de iconos fashionistas.
No siempre un icono mediático tiene talento innato para producir su mejor versión. Como en cualquier expresión artística, detrás de los estilismos de las “it girls” del momento hay un equipo de profesionales de la imagen que cuidan hasta el más mínimo detalle para que siempre luzcan impecables.
Londres es la ciudad perfecta para respirar el fenómeno Streetstyles, ya que sus calles son auténticas catwalks. Los fashionistas dan rienda suelta a su creatividad, armando outfits en tendencia o incluso a la vanguardia, llamando la atención de fotógrafos o cool hunters, que se aglutinan en los principales eventos, en las avenidas comerciales más concurridas, o en las puertas de high schools, en busca de próximas tendencias e iconos de moda.
¿Somos todos streetstylers? El hecho de haber asistido a distintas London Fashion Weeks y a varios eventos fashionistas me ha hecho formar parte de la infinita pasarela urbana. La primera vez que un fotógrafo me pidió una instantánea de mi estilismo, me sentí muy alagado y reafirmé la importancia de mi profesión.
Un asesor de imagen es la herramienta perfecta para ayudarte a identificar tu estilo y producirlo de una forma coherente a tus objetivos profesionales y personales, encontrando tu verdadera esencia.
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